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Más de 60% de las firmas sostuvo su rentabilidad positiva este año. Evalúan que, “por ahora”, la desaceleración de la actividad incide de manera reducida.
En un marco de desaceleración de la actividad a nivel nacional durante el primer semestre del año, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) advierte que “la industria va activando estrategias para capear el temporal” y “enciende señales de alerta” por el freno. De todas maneras, indicó también que, “por ahora”, la dimensión del impacto sobre las pymes “es reducido” en comparación con crisis anteriores. En ese marco, destacó también que 63% de las pequeñas y medianas empresas continúa operando con rentabilidad positiva.
De acuerdo con el análisis de la entidad, las pymes “se mantienen firmes a pesar de la coyuntura económica más delicada”. Una señal de ello es que 63% de ellas continúa operando con rentabilidad positiva, según surgió de la encuesta mensual realizada por CAME a fines de agosto entre 450 empresarios industriales del país.
De todas maneras, la cantidad de pymes que opera con rentabilidad positiva se redujo 6,9 puntos porcentuales co respecto al promedio registrado el año pasado. La entidad evaluó ese freno como una “consecuencia del menor dinamismo tanto de la economía local como internacional”.
Según puntualizó, para enfrentar las menores ventas y el incremento sustancial en los costos de producción, la industria “va activando estrategias” que le permitan sostener la actividad. “Por ahora, la dimensión del impacto sobre las pymes, si bien enciende señales de alerta, es reducida frente a otras oportunidades”, subrayó CAME.
“Eso es un indicio de la fortaleza de la industria nacional, que hoy se encuentra en condiciones más ventajosas para enfrentar entornos de turbulencia económica y atravesar períodos críticos, evitando ingresar en zona de pérdidas o quebrantos”, agregó.
CAME advierte que “los ruidos” de la economía internacional y “la cautela” que prevalece en el mercado local están repercutiendo en el consumo minorista y en la actividad de las empresas industriales. “La menor rentabilidad por ahora es tolerable porque muchas empresas venían registrando niveles de ganancias sustanciales. Pero para sostener la fortaleza ganada tras años de progreso industrial se necesita de la gestión activa del Estado”, reclamó la entidad.
En ese contexto, consideró que las restricciones a las importaciones “es una medida de protección importante en la coyuntura actual” pero “requiere ser complementada con otras acciones como las vinculadas a mejorar el acceso al crédito de las industrias, generando programas de inversión a mediano y largo plazos”.
