Un estudio reciente realizado por la empresa de construcción e infraestructura Amanco Wavin reveló que casi no hay plomeros entre 18 y 25 años en el país. También reportó falta de soldadores o herreros.
La nueva crisis de talento no solo ocurre en la Argentina: a nivel global se prevé que el 40% de la demanda proyectada de soldadores quedará sin atender, con impacto en los tiempos de los procesos productivos y la consecuente suba de los costos operativos por los retrasos y la merma de calidad final.
En el caso de los soldadores, uno de los factores principales que llevó a la escasez es el envejecimiento de la fuerza laboral y la falta de interés de las nuevas generaciones los trabajos vinculados al oficio, porque suelen preferir carreras relacionadas con la tecnología y la innovación, dejando de lado otras que perciben como menos atractivas o físicamente exigentes, lo que generará escasez de mano de obra especializada en la industria y en los servicios de la construcción.
En declaraciones a la agencia Noticias Argentinas, Sergio Serrichio, director de la Escuela Universitaria de Oficios de la UNLP, indicó que la falta de personas capacitadas en oficios no es nueva y se profundizó en la década del 90.
“Cuando se implementó la reforma educativa (en 1994) y los colegios industriales nacionales fueron convertidos en escuelas provinciales, la calidad de la enseñanza se desmoronó. Ya nada fue igual desde entonces, al tiempo que hubo una suerte de fuga hacia los bachilleratos”, señaló.
“Existe un buen mercado laboral, pero no está contenido. No se está fomentando el oficio”, sumó.