Ondulé, el emprendimiento que fabrica y comercializa juguetes ecológicos, se convirtió en la “primera empresa B” de Córdoba. Se trata de un sello internacional que garantiza la visión sustentable de las empresas, sin perder el lucro.
Por Natalia Riva – [email protected]
“Una cosa es decir que Ondulé es una empresa socialmente responsable, y otra es demostrarlo con una certificación internacional que así lo acredite”, dijo a Comercio y Justicia Matías Portela, director comercial de este emprendimiento que se dedica a la fabricación y comercialización de juguetes ecológicos y que acaba de convertirse en la primera “empresa B” certificada de la provincia de Córdoba.
Surgidas en Estados Unidos, las empresas B, como se las conoce, están cambiando la manera de entender y hacer negocios. Se caracterizan, básicamente, por dar una solución a problemas sociales y medioambientales desde el negocio mismo, es decir, sin perder de vista la rentabilidad, pero generando un impacto positivo en la sociedad. Para esto, es necesario que cumplan con altos estándares sociales, ambientales y de transparencia certificados y se obliguen legalmente a incluir los intereses de largo plazo de todos los públicos de interés en la toma de decisiones de la empresa.
“Para conseguir este logro, Ondulé tuvo que demostrar ser un modelo de negocios innovador basado en tres pilares. En primer lugar, el desarrollo cognitivo de los niños por medio del juego; en segundo lugar, el respecto por la naturaleza mediante un producto elaborado con materiales reciclados y con un proceso productivo en el que se reutiliza más de 90 por ciento de la basura creada. Y, por último, la generación de oportunidades de trabajo para jóvenes que no han terminado sus estudios secundarios”, agregó Portela al explicar cuáles fueron los requisitos para certificar.
Crecimiento sostenido
Ondulé es un emprendimiento que se dedica a la fabricación de juegos que cuidan el medio ambiente. Una casa hecha de cartón reciclado es su producto estrella, con el que ya han recibido varios premios.
Actualmente, los emprendedores detrás de esta iniciativa tienen el foco puesto en el crecimiento de la empresa. Y los esfuerzos ya están a la vista: los productos que fabrican se comercializan en más de cien puntos de venta distribuidos en el país, principalmente en Capital Federal, Rosario y Córdoba.
Además, trabajan con una nueva unidad de negocio que son las “ventas corporativas”. Es decir, según explicó Portela, también llegan a las grandes empresas con sus productos infantiles, que los compran, habitualmente, para los hijos de los empleados o para desarrollar actividades especiales con niños. Por caso, Tarjeta Naranja, Citibank, Santander Río, y Xerox son algunos de estos grandes clientes.
Y con la inquietud que define a cualquier emprendedor, Matías también cuenta que quieren desarrollar nuevos canales de venta: “Se está desarrollando la idea para que podamos acercar el producto a jardines de infantes y a comercios de ropa infantil”.
Otro proyecto en puerta que están articulando en este momento, es el diseño y creación de tres nuevos productos, siempre para el segmento infantil, que en apenas unos meses estarán en el mercado.
En otro orden, y con el foco siempre puesto en el crecimiento de la compañía, este año Ondulé proyecta incursionar en el mercado exterior. Según Portela, en este momento están en negociaciones con Chile y con México para poder colocar sus productos en esos países latinoamericanos. “La idea es poder salir del país antes del Día del Niño, una fecha que representa una movida muy fuerte en ventas”, dijo el ejecutivo.
Otra forma de hacer negocios
Los beneficios de ser de la “B”B Lab es una ONG norteamericana creadora del concepto de Empresa B (B Corp). Si bien es un movimiento que está bien desarrollado en su país de origen, en América Latina todavía hay mucho por hacer y es más incipiente. Concretamente, en Argentina, existen unas 17 empresas que ya trabajan con esta certificación que presenta una gran cantidad de ventajas.
Según resaltó Matías Portela, los principales beneficios son los siguientes:
– Acceso a nuevos clientes: las empresas B se integran a la cadena de valor de grandes empresas y, además, se asocian comercialmente con otras empresas B con las que pueden intercambiar sus productos.
– Acceso a inversionistas: las firmas con esta certificación son muy atractivas para los inversionistas de “impacto”, una nueva clase de accionista que invierte en empresas rentables y de alto impacto social y ambiental.
– Mejora continua: la certificación es una herramienta de mejora, que permite que las empresas B aumenten su impacto positivo de manera constante.
– Ahorro: las empresas B obtienen múltiples beneficios de ahorro otorgados por B Lab y Sistema B tales como: asesoría probono y descuentos en programas informáticos, entre otros.
– Atraen talentos: cada vez más personas quieren trabajar en empresas que tienen un propósito claro.