Incubadora Feminista, la primera de género en Córdoba

Brinda capacitaciones y mentorías a mujeres y personas de la comunidad LGBTTTQI+ para ayudarlas a conseguir autonomía económica en sus emprendimientos

Desde 2019 existe la primera incubadora feminista de la provincia de Córdoba. Su objetivo es fortalecer , potenciar y escalar emprendimientos y organizaciones impulsadas por mujeres y personas de la comunidad LGBTTTQI+, para resolver la independencia económica como factor fundamental en la desigualdad de género.

En la incubadora feminista se brindan capacitaciones, mentorías y se realizan seguimiento por medio de herramientas emprendedoras feministas , que tienen en cuenta las relaciones de poder que estructuran el mercado y generan formas de empoderamiento individual y colectivo.

“Por eso trabajamos dando capacitaciones, mentorías y seguimiento a través de herramientas emprendedoras feministas , que tienen en cuenta las relaciones de poder que estructuran el mercado y generan formas de empoderamiento individual y colectivo”, explica Shams Selouma , fundadora de la incubadora. Completan el equipo Eliana Placci Arditi y Guadalupe Rivero . Elina es licenciada en comunicación social con amplia experiencia laboral en la gestión de equipos y el desarrollo de contenidos pedagógicos e interactivos para plataformas e-learning.

Consultada sobre por qué crearon una incubadora feminista, Selouma explica que al menos 70% de las mujeres ha sufrido por parte de un compañero sentimental u otra persona en algún momento de sus vidas. Advierte también que 39% de las denuncias son a causa de violencia económica y patrimonial.

El enfoque de la incubadora feminista es el resultado de una combinación que hace foco en el feminismo como equidad de género y en el empoderamiento de la comunidad para que los integrantes de la incubadora logren independencia económica en el sector productivo. “Proponemos un desafío en el ecosistema emprendedor con nuevos modelos de negocios, basados en la sostenibilidad económica y de la vida”, añade Selouma, quien es licenciada en Ciencia Política.

Desde su perspectiva la interseccionalidad y el transfeminismo es el lugar de partida inclusivo, para pensar todas las personas y los derechos vulnerados por el sistema de sexo/género dominante. Con este norte cocrean metodologías y herramientas para emprendimientos con equidad de género.

Mentorías y negocios sostenibles

El fortalecimiento busca consolidar los emprendimientos y transformarlos en negocios sostenibles y escalables. “A través de mentorías, capacitaciones, sesiones de trabajo y networking, las personas emprendedoras adquieren las herramientas necesarias para analizar en forma crítica las barreras y lidiar con ellas, para explotar el potencial del proyecto y convertirlo en un caso de éxito”, detalla Selouma , quien está cursando un doctorado en derechos humanos en la Universidad de Lanús.

El programa de fortalecimiento que brindan tiene una duración de seis a ocho meses de trabajo, la metodología es individual y grupal y busca proveer al emprendedor con herramientas para su sostenibilidad económica e insertarlo en el circuito del ecosistema. En esta área se incluye un diagnóstico de la organización, y se brindan un ciclo de capacitaciones en el que se comparten hábitos para sostener los emprendimientos. “También contiene mentorías con especialistas, sesiones de trabajo y jornadas de ideación, donde se prototipan como idear estrategias de recaudación”, describe la emprendedora.

Desde un enfoque de género y bajo los principios de la economía feminista las emprendedoras señalan que para que las instancias de convocatoria, selección y formación no dejen nadie por fuera y puedan ser inclusivas, ofrecen procesos personalizados de evaluación y mejora en perspectiva de género. “Esto está dirigido a todos aquellos centros de apoyo emprendedor, incubadoras y aceleradoras que busquen generar cambios internos para producir mayor igualdad en el ecosistema”, señalan.

También tienen un original laboratorio de género con una modalidad virtual o semipresencial donde intentan trabajar en conjunto con centros de emprendedores, incubadoras, y aceleradoras para cocrear programas realmente inclusivos.

Aquí incluyen un diagnóstico del equipo y el programa a mejorar, así como también instancias de formación con herramientas de introducción a la perspectiva de género, ideación de reformas, mejoras localizadas y manual de buenas prácticas.

Algo de historia

La incubadora feminista nació con el objetivo de generar un espacio y programa diferente para emprendimientos de mujeres y diversidades en el ecosistema emprendedor de Córdoba. “Tras un trabajo de exploración, nos dimos cuenta que muchas mujeres y diversidades tenían emprendimientos, pero no lograban acceder a los circuitos de formación emprendedora y así fortalecer sus proyectos”, advierte Selouma.

En marzo de 2019, lanzaron la primera incubadora feminista de Latinoamérica. En agosto de ese año ganaron 200.000 pesos de la Agencia Córdoba Joven en el programa Emprendium.

Luego en octubre de ese año co-fundaron junto a MeT, Asetec y la Agencia E género y diversidad, We Start, el programa que busca aumentar fundadoras mujeres en tecnología.

En marzo de 2020 lanzaron el primer programa de incubación.

Cuatro meses después, una Formación en género y diversidad al ecosistema SICA de Centroamérica, en conjunto con la Fundación Da Vinci de Uruguay.

“En octubre generamos Incubaciones para el programa #EsconESI (soluciones de jóvenes para la educación sexual integral) de Casa Fusa e Impacto Digital. En diciembre lanzaron el primer proceso de Fortalecimiento a organizaciones de la economía social, solidaria y popular con Fundeps”, cuenta orgullosa Selouma.

En abril de este año integran la segunda edición del proceso de fortalecimiento a organizaciones de la economía social, solidaria y popular y en noviembre lanzaron un proceso de aceleramiento a emprendimientos de impacto.

La violencia de género es un tipo de violencia física, psicológica, sexual e institucional, ejercida contra cualquier persona o grupo de personas sobre la base de su orientación sexual , identidad de género , sexo o género . Esta violencia evidentemente impacta de manera negativa en su identidad y bienestar social, físico, psicológico o económico.

En Argentina la Ley 26485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres reconoce los siguientes tipos de violencia contra la mujer: Física, Psicológica, Sexual, Económica, patrimonial y Simbólica.