El emprendedor debe ser más que nunca un nadador de aguas abiertas, dispuesto a afrontar obstáculos de incertidumbre a corto plazo, dentro de un mundo turbulento y paradigmático que tiende a nublar su visión y quitarle bocanadas de aire para llegar a su meta. Las crisis y los escenarios de caos son formidables oportunidades para hacer experiencia y sacarles provecho.
Por Carlos Costa*
En primer lugar, toda adversidad es una fuerza natural que nos saca de nuestra zona de confort o seguridad. Ella nos sacude con el objeto de poder aportar nuestro mayor potencial y redefinir una marca personal y empresarial que se encuentre alineada con nuestros intereses.
Si el emprendedor está en alerta y bien despierto, sabrá disponer de un número limitado pero efectivo de habilidades para ver si le conviene surfear la ola, flotar, bucear, nadar contracorriente o tratar de escapar al punto más alto del lugar. El estratega con un poder de observación calificado verá cómo acompasarse para superar el desafío. La crisis no es el fin del mundo sino una nueva era que se inicia. Y serán beneficiados todos aquellos que hayan sabido interpretar, sin ahogarse en el intento, que toda crisis tiene soluciones, caducidad y nos deja madurez empresarial.
A ellas se suman una lógica, estética y equilibrio, que la hacen bastante sencilla de anticiparse si hacemos de antemano una correcta lectura. En tiempos complejos pueden quitarnos muchas cosas, menos la capacidad de decidir.
Agudizar su ingenio, desarrollar resiliencia, lograr mayor capilaridad con proveedores y clientes, instrumentar sinergias y alianzas en pos de ser más ágiles y eficientes en tiempo de respuesta y costos, son cuatro recomendaciones genéricas que intervienen cuando tenemos la tentación de amarrar el barco en puerto, sabiendo que aquél no fue concebido para dicho fin.
Dado que requerimos recomponer nuestra visión, misión y estrategia, destacando nuestra ventaja competitiva, paso a detallar algunas acciones en torno de las personas, los procesos y las herramientas involucradas en la dinámica productiva.
Personas
– Sé optimista. Pensá globalmente, actuá localmente y seguirás sorprendiendo, siempre.
– No te apegues nunca al producto. Innová. El mercado que investigaste adoptará sus beneficios.
– Movete entre gente positiva que cree y crea. Pesimistas y “realistas” te sacan tiempo y energía.
– La paciencia es un don para ejercer. Tu esencia debe fortalecerse de las circunstancias.
– No te victimices. Si nunca lo hiciste, deja de echarle la culpa al otro. El tiempo vale más que el oro.
Herramientas
– Atendé la ley que te permite prestarle mayor atención a 20% de los clientes que te aportan 80% del beneficio y abrí tu oferta para hacer pequeñas escalas personalizadas para terceros.
– Multiplicá por cinco tus esfuerzos de comunicación (emails, llamadas, visitas, mantenimiento de contenidos web, etcétera), e involucrate diferenciándote por calidad o precio para ganar nuevos clientes.
– Mejorá el posicionamiento virtual, el desarrollo del e-commerce y observá bien a tu competencia. Si no tenés competencia, intentá seguir creando barreras altas de entrada.
– La creatividad surge con mayor fluidez desde la carencia de recursos, a partir de la necesidad.
Procesos
– No esperes el “mejor momento” para la acción. El que pega primero, pega dos veces.
– Aprendé de las mejores de cadenas de valor de industrias y pymes líderes para reducir costos.
– No cuentes con financistas. Existen, pero no suelen estar dispuestos a entrar en el juego.
– Promové nuevas presentaciones de la oferta para épocas de bolsillos flacos.
– Dado que el segmento inmobiliario y el de medios publicitarios se desacelera, es una oportunidad para negociar o acordar contraprestaciones que favorezcan a las partes y te hagan más visible.
Y a modo de cierre, tengamos presente que en el mercado hipercompetitivo de Estados Unidos hoy se indaga en profundidad y valora positivamente el fracaso de los emprendedores por su habilidad competitiva y trayectoria para que, de este modo, cometan la menor cantidad de errores a futuro y aborden con pasión el camino hacia el éxito. Aprender y desaprender, para liderar proyectos, mercados y futuros prósperos.
* Licenciado en Marketing. Coach. Especialista en Management y comportamiento del consumidor.