Distintos informes coinciden en la problemática del acceso a los créditos bancarios por las pequeñas firmas. Incertidumbre acerca del rumbo económico e informalidad explicarían esta situación.
Dos trabajos presentados recientemente actualizaron la problemática del financiamiento de las pequeñas y medianas empresas industriales. Se trata de “Hacia una estrategia integral de apoyo a la pyme industrial”, y “La coyuntura de las pymes industriales, 2do. semestre de 2013”.
Además, una breve referencia en las conclusiones de la “Encuesta de Expectativas de Ejecutivos”, que realizó una consultora para el Instituto de Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA), sumó las dificultades que afrontan las firmas de mayor porte para acceder a servicios financieros.
En una de las secciones del primero de los trabajos citados, desarrollado por la Unión Industrial Argentina (UIA), con el apoyo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se analizan los principales factores que impiden el crecimiento de las pymes.
Uno de ellos proviene de problemas de financiamiento (73 por ciento de las respuestas), caracterizados principalmente por el costo financiero (56 por ciento), baja accesibilidad dada por requisitos de difícil cumplimiento (53 por ciento) y montos otorgados insuficientes (48 por ciento).
En cuanto a las inversiones realizadas por las pequeñas y medianas empresas, también queda claro que el capital necesario provino, en los últimos años, del interior de las propias empresas.
“El sistema financiero jugó un rol poco significativo en su desarrollo, aún cuando existieron y, en algún caso continúan vigentes determinadas políticas de apoyo de acceso al crédito”.
Por su parte, el segundo trabajo -”La coyuntura de las Pymes industriales”- presenta los resultados del habitual relevamiento de la Fundación Observatorio Pyme.
En esta oportunidad subraya que “la voluntad de invertir (del segmento) no se acompaña con una mayor voluntad de endeudarse con el sistema bancario, ya que el 85 por ciento de los industriales consultados no ha solicitado ni planea solicitar este año créditos para concretar algún proyecto de inversión en el marco de la Línea de Crédito para Inversión Productiva (LCIP) promovida por el BCRA o del Fondo Nacional para el Desarrollo Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Fonapyme) del Ministerio de Industria. En el caso del Crédito del Bicentenario la proporción asciende a 92%”.
Más aún, en las conclusiones de la encuesta que la consultora D’Alessio IROL realizó para IDEA, en el capítulo sobre el acceso a servicios financieros, destaca que seis de cada diez de las empresas consultadas afirmaron que “es restringida o nula la chance de tomar un crédito tanto en entidades privadas como públicas”. Mientras que entre 67 por ciento y 68 por ciento se plantea la imposibilidad para hacer lo propio en bancos de desarrollo o en el mercado de capitales.
Informalidad e incertidumbre
En palabras de Vicente Donato, quien está al frente del Observatorio Pyme, “la estadística relevada inquieta porque el 85 por ciento de las pymes industriales se autoexcluye de solicitar una línea de crédito bancario (la que promueve el Banco Central), con excelente tasa y plazo, que bien podría apalancar un mayor nivel de inversión”.
Desde su experiencia, el especialista explicó que las razones son múltiples y complejas. “En el caso de la LCIP, no es posible argumentar que el motivo de la autoexclusión de la demanda pueda explicarse por la alta tasa de interés: 15 por ciento anual fija, con un incremento de precios de los productos que fabrican las mismas pymes de aproximadamente el 20/25 por ciento, no puede ser causal de la bajísima demanda de esta línea”
En este sentido, el grado de informalidad y la insuficiente profesionalización de la gestión siguen explicando como en el pasado sólo una parte de la autoexclusión. “Actualmente (segunda mitad de 2013) el principal problema que da origen a la autoexclusión del sistema bancario es la creciente incertidumbre que existe entre las empresas sobre la evolución de la situación macroeconómica y la consistencia del programa económico del gobierno post-elecciones”.
“El nivel de incertidumbre empresarial relevado por el Observatorio Pyme aumenta a medida que disminuye el tamaño de las empresas, ya que las más pequeñas tienen menos elementos técnicos para juzgar la probabilidad de los diferentes escenarios y en consecuencia la previsibilidad de los acontecimientos. Y el alto nivel de incertidumbre se refleja en el alto nivel de liquidez financiera que muestran las empresas del segmento de menor tamaño”, destacó Donato.
Chances financieras
-OBSERVATORIO PYME. De los industriales consultados, 85% no ha solicitado ni planea solicitar este año créditos para concretar algún proyecto de inversión
– IDEA. Seis de cada diez de las empresas consultadas afirmaron que “es restringida o nula la chance de tomar un crédito tanto en entidades privadas como públicas”.