Hay más de 60 distribuidas en todo el país, que representan 2.500 espacios de comercialización. Son una buena opción para que los pequeños emprendedores muestren sus productos.
Con el desafío de seguir transformando realidades, el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación puso en marcha Ferias Permanentes en distintas localidades del país para que emprendedores y emprendedoras de la economía social puedan comercializar sus productos de calidad a un precio justo.
Hasta el momento, se han inaugurado más de 2.500 espacios de comercialización distribuidos en 65 ferias en las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Chaco, Entre Ríos, Mendoza, Santa Fe, San Luis, San Juan, Santiago del Estero y Tucumán.
Todos los emprendimientos que participan en estos espacios tienen un denominador común: poseen el sello distintivo del trabajo argentino, la identidad, la cultura y los valores del rincón del país en el que nacieron y se desarrollaron.
Con una periodicidad semanal, quincenal y mensual, las ferias constituyen una doble oportunidad para los productores: por un lado, les permite tomar contacto entre sí para organizarse y generar nuevas redes de integración y comercialización local y regional; por otro, posibilita que establezcan un contacto directo y sin intermediarios con los consumidores.
Con estos espacios de encuentro e intercambio se promueve la conformación de cadenas de comercialización que consolidan los lazos comunitarios y el trabajo genuino, dos pilares fundamentales para el desarrollo integral del hombre y su comunidad. A su vez, constituyen un atractivo turístico que moviliza recursos humanos y económicos para los pueblos y ciudades donde se establecen. Quienes visiten estas ferias, en los distintos puntos del país, pueden apreciar una gran diversidad de productos: ertesanías (cuchillos, mates y otros artículos realizados en plata, caña, cuero, hierro, metal, madera, mimbre, papel, piedra, porcelana y tela); artículos de decoración (alfombras, cuadros, fotografía, iluminación, velas y pintura); indumentaria y accesorios; alimentos y bebidas (embutidos, dulces y conservas; pastelería y repostería, quesos, vinos, licores); muebles (en madera y hierro); plantas y flores; y juguetes, entre otros productos.
Mediante el impulso y fortalecimiento de las ferias permanentes se busca generar mayores oportunidades de intercambio cultural y comercial para mejorar la calidad de vida de los emprendedores, incrementar sus ingresos y lograr un perfil económico de formalidad sustentable para afianzar el crecimiento y desarrollo de las comunidades de todo el país.
Pasos a seguir
¿Cómo ser parte?Los emprendedores que quieran formar parte de las Ferias Permanentes deberán estar inscriptos en el Registro Nacional de Efectores de la Economía Social y residir en comunidades rurales o en centros urbanos cercanos al lugar donde se constituya la feria.
Una vez inscripto, el feriante recibe del Ministerio de Desarrollo Social, por medio del municipio al que pertenece, un puesto de promoción y venta de aproximadamente cinco metros cuadrados, de fácil transporte, armado y guardado. Además, el ministerio entrega a cada emprendedor material de promoción y marketing como folletos, imanes, bolsas y envases, entre otros insumos.
De esta manera se promueve la participación, la organización y el protagonismo de las comunidades, otorgando un sentido estratégico a la economía social, de carácter democrático y distributivo, que además de generar ingresos y valor económico, incentiva valores comunitarios, solidarios y asociativos.