Corlab y Epilepsia presentan un panel de empresas healthtech en el Club de Emprendedores

Espacio Epilepsia junto a Corlab de Córdoba Acelera plantean divulgar a la comunidad emprendedora las startups y organizaciones locales que trabajan en tecnologías vinculadas con la epilepsia y la neurología .

El encuentro propone compartir un panel de empresas h ealthtech que contarán sus desafíos e innovaciones con el fin de motivar a la comunidad de emprendedores a avanzar en desarrollos vinculados con la neurología, promoviendo el aprendizaje colectivo. El objetivo es informar y concientizar a la comunidad emprendedora, estudiantes y profesionales sobre la importancia del desarrollo de tecnologías relativas a la neurología, creando un espacio de diálogo y conexión entre los emprendimientos del sector.

Entre las enfermedades neurológicas, la epilepsia es una de las más frecuentes: afecta a una de cada 100 personas en el mundo. Sin embargo, es poco lo que se conoce sobre ella. La ciudad de Córdoba puede consolidarse como un foco desde el cual se investiguen y desarrollen tecnologías vinculadas con epilepsia y otras enfermedades neurológicas, que mejoren la calidad de vida de las personas. Por eso, se invita a un espacio donde diversos actores del ámbito dialoguen y compartan puntos en común.

CorLab incentiva que cada vez más emprendedores se animen a desarrollar soluciones con propósito, que se animen a transformar realidades que afecten positivamente la calidad de vida de la gente. “La ciencia y la tecnología tienen justamente ese poder transformador, por eso desarrollamos junto a Espacio Epilepsia este encuentro con startups de la vertical healthtech que están cambiando la vida a las personas”, explica a este medio Luciano Crisafulli, director del Laboratorio de Innovación Pública y Social de CorLab, de la Secretaría de Modernización y Planificación de la Municipalidad de Córdoba.

“La idea es que en Córdoba haya más empresas trabajando en neurología y sobre epilepsia. Si bien hay seis que están en el rubro, nuestro objetivo es que muchas más hagan desarrollos vinculados con la neurología”, destaca Ivana García, de Espacio Epilepsia, en diálogo con Comercio y Justicia.

Este encuentro se desarrollará pasado mañana, miércoles 28, a las 16, en el Club de Emprendedores (Caseros 356). En esta actividad acompañan FIDE, ADEN, Incubadora UNC, Incutex, Avant y Liga Argentina contra la Epilepsia.

De las startups que participan, destacados emprendedores y emprendedoras expondrán sus innovaciones. Se trata de Gonzalo Nanzer, CEO de Dis+Capacidad; Fernando Palacios, CEO de Neuralactions; Belén Gallardo, CEO de MEMO AP; Ricardo Ruival, de Motmi, y Lucía García Giacosa, directora de Posta Project.

Convulsiones y descargas eléctricas

La epilepsia es una enfermedad neurológica crónica que afecta a personas en todo el mundo y de todas las edades. Es una de las enfermedades conocidas más antiguas y estuvo rodeada de temores, desconocimiento, discriminación y estigmatización social durante siglos.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo se diagnostican 2,4 millones de personas con epilepsia por año, y en la actualidad 1% de la población tiene epilepsia (más de 50 millones de personas). Las convulsiones se deben a descargas eléctricas excesivas de grupos de células del cerebro que pueden producirse en diferentes partes de éste. Pueden ser desde episodios muy breves de ausencia o de contracciones musculares hasta prolongadas y graves. Su frecuencia también puede variar desde menos de una al año o menos hasta varias al día.

Las personas con epilepsia deben lidiar con los síntomas, los efectos secundarios de los medicamentos para la epilepsia y, en muchos casos, algunas restricciones en su vida diaria para el manejo de la enfermedad. Sumado a esto, tienen una carga mayor por el estigma dominante que existe sobre la enfermedad en la sociedad. En el mundo, las personas con epilepsia son objeto de discriminación y violaciones de sus derechos humanos. De hecho, las consecuencias físicas, psicológicas y sociales de la epilepsia suponen una importante carga para ellas, así como para sus familias. La estigmatización se traduce en dificultades para acceder a tratamientos médicos, a buena educación, a conseguir y mantener empleo; y en las relaciones interpersonales se genera una disminución en la calidad de vida y la integración social. Para reducir el estigma es necesario mejorar la información sobre la enfermedad y aumentar la concienciación sobre ésta en la escuela, el lugar de trabajo y la comunidad.