viernes 22, noviembre 2024
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Comercio y Justicia 85 años

Consultora cordobesa es la única del interior que certifica “Work & Life Balance”

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Hace más de dos años tres profesionales y emprendedoras cordobesas decidieron montar su propia empresa de RRHH. Hoy lograron diferenciarse por ofrecer esa certificación, reconocida internacionalmente.

En un mercado con una gran competencia como es el de las consultoras o agencias especializadas en recursos humanos -hoy sólo en Córdoba existen más de 300 y se suman constantemente nuevos jugadores- tres emprendedoras cordobesas crearon una empresa del rubro que se diferencia, según sus fundadoras, por la apuesta que hacen a “mejorar la calidad de vida de las personas en las compañías”.

Seguramente una muestra de lo anterior es el hecho de que la consultora Humax Capital Humano se convirtió en partner exclusivo en la provincia del Córdoba del European Institute of Social Capital (EISC), instituto alemán creador de la certificación “Work & Life Balance”, una herramienta de gestión que tiende a estructurar y sistematizar las políticas de recursos humanos de las organizaciones (ver recuadro).

La empresa, que surgió a principios de 2010, está conformada por tres mujeres, profesionales de la psicología y amigas. Según contó a Comercio y Justicia Fernanda Cangi, una de las socias,  la consultora surgió frente a la necesidad de trabajar de manera independiente implementando sus propias normas de trabajo e intentando mejorar la calidad de los servicios. “Nos interesaba tener un trato más personalizado con cada cliente, dedicarles el tiempo que cada uno necesita, escucharlos y comenzar a prestar un servicio que estuviera dirigido a mejorar la calidad de vida en las empresas”, aseguró.

Momento oportuno
El de 2010 fue un año de crecimiento macroeconómico; las empresas se recuperaban de la crisis de 2008/2009 y reabrían sus puertas al mercado y eso implicaba una oportunidad para los servicios que las especialistas ofrecen.
“Estábamos convencidas de que podíamos brindar un diferencial en la calidad de nuestros servicios, en un mercado que se mostraba mal atendido. Finalmente, también había una necesidad personal de imponer nuestras propias reglas y nuestra propia modalidad de trabajo”, dijo Cangi.

Así, con una inversión inicial de 10 mil pesos, las tres emprendedoras tomaron la decisión de comenzar con una estructura (oficina, líneas telefónicas, etcétera) que las contuviera y ofreciera cierto marco de seguridad a los futuros clientes.

Profesionalizarse para crecer
En 2011, las emprendedoras decidieron dar un salto en lo que se refiere a la profesionalización de su empresa y se presentaron a la convocatoria para acceder a las becas para el cursado del Plan de Negocios de la Fundación E+E,  en el que resultaron seleccionadas.

“Si bien ése fue un espacio de formación empresarial, fundamentalmente fue un lugar de encuentro. Su principal aporte fue reunirnos, generar sinergia. Nos ayudó a creer más en nosotras y en nuestro proyecto. Nos ayudó a ordenarnos y a proyectarnos como empresa. Nos puso en contacto con empresarios que están dispuestos a transmitir sus experiencias y ayudarnos a crecer. Conocimos mucha gente que, como nosotras, se apasiona y emprende. Mucha gente que a pesar de las dificultades sigue adelante”, destacó Cangi.

En ese contexto, las jóvenes profesionales afirman que una de las mayores dificultades surgen cuando no se analiza el contexto macro y microeconómico en el que está inserto el emprendimiento. “El contexto es el que impone las reglas del juego y no podemos desconocerlas. Emprender un proyecto sin ese conocimiento es uno de los obstáculos más grandes”, destacó.

Más aún, agregó que la falta de capacitación en temas de negocios también es una dificultad. “La mayoría de los emprendedores no estamos formados para ser empresarios, especialmente los que provenimos de las ciencias más blandas. Aquí radica la importancia de organizaciones como E+E que se preocupan y se ocupan de profesionalizar a los emprendedores”.

A largo plazo la consultora proyecta certificar a las grandes empresas que están radicadas en Córdoba, posicionando internacionalmente a la provincia como promotora de la salud de los trabajadores.

Prácticas exitosas: Para medir el grado de satisfacciÓn de los colaboradores
La certificación “Work & Life Balance” establece una norma basada en la experiencia de varios años en Alemania y otros países de la Unión Europea, que garantiza las prácticas exitosas en el ámbito de las políticas de equilibrio social.
Para poder certificar, toda organización debe implementar 19 programas o iniciativas relacionadas al capital humano y que se relacionen directamente con los beneficios y servicios que estas organizaciones ya brindan o brindarán a sus colaboradores. Estas iniciativas deben ser posibles de medir y de controlar en su implementación y alcance, requisito fundamental para poder certificar.

Al ofrecer este servicio, la consultora cordobesa se convirtió en la única del interior del país que cuenta con un convenio de colaboración con el EISC y, además, con la exclusividad en la prestación de este servicio en la provincia. En este marco, Cangi aseguró: “Siempre estuvimos interesadas en contar con socios estratégicos de la envergadura del instituto. Conocíamos sus servicios y su trayectoria y estábamos alineadas, desde el inicio a su visión. El año pasado, impulsadas por nuestro mentor de la Fundación E+E, Marco Lorenzatti, comenzamos con todas las negociaciones”.

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