Argentina “hace bien las cosas” en materia de inversión en los estadios más tempranos de los emprendimientos. Chile y Brasil cuentan con el abanico de apoyo más completo de la región.
Acceder a capital es uno de los principales desafíos y dificultades para los emprendedores. Más si tienen que conseguirlo mediante inversores que deben confiar en su iniciativa. Lo cierto es que el “capital semilla” es un instrumento fundamental en el fortalecimiento de los ecosistemas emprendedores y, cuando falta, la tasa de emprendimiento es nula o escasa.
El año 2013 fue bueno para la industria del “capital semilla”. Sin duda, el ecosistema tecnológico para empresas en early stage (fase inicial) en América Latina ha crecido notablemente, fortaleciendo herramientas y mecanismos que favorecen la creación y consolidación de la startups.
Concretamente, el año pasado la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) difundió el estudio “Startup América Latina: Promoviendo la innovación en la región”, para analizar qué ocurría con la inversión en el caso de las startups.
Como era de suponer, Chile y Brasil cuentan -según el estudio- con un abanico de apoyo más completo de financiación y gestación de startups. Si bien el informe pone énfasis en la inversión en todo el proceso de vida de éstas, el foco en este artículo está puesto en la creación y proliferación de capital semilla.
Aportes más interesantes
Argentina. Está haciendo bien las cosas en materia de apoyo e inversión (capital semilla) en los estadios más tempranos de las startups. En lo que refiere a sus necesidades de expansión, tanto la regulación como los instrumentos financieros son más escasos. El reporte destaca un punto interesante en la creación de fondos sectoriales y la calidad en áreas de investigación científica y sectores dinámicos y su vínculo con la gestión de compañías nuevas (áreas como biotecnología, diseño, software).
Brasil. Se encuentra más equilibrado, con una oferta de instrumentos de financiación y apoyo en la gestión de startups tanto en el período de gestación como en el de expansión. ¿Las barreras? Aspectos como la infraestructura en términos de acceso a Internet en algunas zonas, el marco regulatorio aún escaso y tasas de emprendimiento aún bajas. A favor, el papel central de los parques tecnológicos y su impulso a vincular investigación con negocios y el papel destacado del Estado y las ciudades en el impulso a la creación de startups.
Chile. Conforme con una visión de su economía que se proyectó como global, Chile se destaca como caso de éxito en cuanto a lo alcanzado en la formación de un ecosistema que favorezca la creación de startups. El pilar ha sido poner foco homogéneo en niveles distintos, como financiamiento (capital semilla y para expansión), capacidades empresariales y marco legal tanto en la gestación como la expansión de las startups. El país tiene en la actualidad otros desafíos, como ser hacer crecer las industrias de venture capital y ángeles inversionistas.
Colombia. Con iNNpulsa Colombia, el “capital semilla” y el impulso a los nuevos emprendedores en estadios tempranos pasó a primer lugar. La participación de los gobiernos locales en este país es fundamental para impulsar la actividad. El reporte destaca que el Banco de Desarrollo Nacional (Bancoldex) también es “un jugador” fundamental para apoyar la industria de capital de riesgo en el país.
México. Si bien cuenta con políticas que han mejorado el marco legal para la creación de empresas, la complejidad del acceso al crédito complica el nacimiento de startups.
Perú. Es una de las sorpresas de la región y está dispuesto a llevar a cabo políticas públicas que estimulen la gestación de empresas nuevas. El programa “Startup Perú” es un actor fundamental al respecto, en lo que refiere a ofrecer “capital semilla” y asesoramiento. Algo similar ocurre con Wayra Perú. La coordinación de los actores públicos y privados y el incremento de capital semilla están en la agenda que enfrenta este país en la actualidad.