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Aumentó el número de personas con educación secundaria pero se mantiene una proporción relevante de empresas con demanda laboral insatisfecha. Detectan casos de sobrecalificación de los trabajadores para los puestos.
Analizar la educación de las personas en edad de trabajar y su inserción laboral es poner la lupa sobre una brecha abierta que existe en Argentina. A pesar de que mejoró el nivel educativo de la población, siguen las dificultades en la capacidad de insertarse en el mercado. Así lo indica el reciente informe de coyuntura difundido por el Ieral de la Fundación Mediterránea.
“Si bien ha habido un avance importante en la educación de la fuerza laboral, hay dos aspectos preocupantes: el crecimiento está por debajo del de países comparables o que partieron de una situación similar a la Argentina y la mayor parte de la mejora fue a la educación secundaria y poco se transmitió hasta la educación superior. Resta profundizar en la inserción de la oferta de trabajo, un aspecto importante que, de hecho, muestra el aprovechamiento de los recursos humanos”, detalla el informe elaborado por Hernán Ruffo y Augusto Terracini.
“Los datos preliminares disponibles muestran casos de sobrecalificación de los trabajadores para los puestos que realizan, además de una proporción relevante de empresas con demanda laboral insatisfecha”, agrega.
La oferta de trabajo es un factor fundamental para el crecimiento económico. En particular, el acceso generalizado a una educación de calidad es a la vez una condición necesaria para una producción competitiva y un medio para una mejor distribución del ingreso generado.
En edad activa en foco
Según los datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), las personas de entre 25 y 60 años sumaron en los aglomerados urbanos unos 11 millones en 2011. “Tomamos este grupo etario para concentrarnos en las personas que con mayor probabilidad ya completaron su ciclo educativo y que participan en el mercado de trabajo. De este total, 41% tenía menos que secundaria completa, 47% tenía secundaria completa o superior incompleta, e incluso terciario completo, y 12% había alcanzado el nivel universitario completo”, observaron los investigadores.
El informe comparó también la evolución del nivel educativo con otros países respecto de la proporción de la población con educación secundaria completa o mayor. Según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), “Argentina se ubica en los últimos puestos en términos de la proporción de personas de entre 25 y 34 años con educación media completa, por debajo del promedio de los países de la OCDE, pero por encima de México, Portugal y Brasil, por ejemplo”.
Al comparar este porcentaje para el grupo de entre 55 y 64 años de edad se encuentra que Argentina está en el rango de una gama variada de países, como Corea, Irlanda, Chile, Italia y Grecia. Sin embargo, esos mismos países tienen todos una mayor proporción de graduados de secundaria para la generación más joven. De hecho, Corea o Irlanda pasan de menos de 50% a alrededor de 90% de graduados entre estas dos generaciones, mientras que Argentina mejora a menos de 70%.
