El Gobierno provincial promulgó ayer la ley 10667, que modifica la ley de creación del Colegio de Bioquímicos de Córdoba (N° 5197). En su artículo primero se modifica el nombre porel de Colegio Profesional de Ciencias Bioquímicas de la Provincia de Córdoba. A partir de ahora estará integrado por todos aquellos que encuadren en el campo de las disciplinas bioquímicas y biotecnológicas; esto último implica la incorporación de una nueva profesión a la esfera de su conformación.
A la norma también se le vetaron artículos. Consultada por Comercio y Justicia sobre los ejes que estaban propuestos pero que fueron vetados por el Poder Ejecutivo, la presidenta del colegio, Silvia Zamory, explicó que “fundamentalmente tienen relación con el haber propuesto para la ley el hecho de que el Colegio celebrara convenios con obras sociales y homologara los mismos, sin lo cual no tendrían validez.
Para el Ejecutivo, la homologación de convenios sin la cual no tendría validez resultó una facultad exagerada por parte del Colegio”.
Además, explicó que también se votó aquello referido a “auditar y habilitar laboratorios, por considerar el Ejecutivo que eso es un facultad del Ministerio de Salud”. Sin embargo, Zamory aclaró: “No obstante se mantiene la vigencia del decreto 33/08 y resolución 15/09 del Ministerio de Salud que indica que el Registro de Unidades de Gestión de Prestaciones de Salud (Rugepresa) habilitará los laboratorios una vez que éstos hubieren cumplimentado los requisitos establecidos por el Colegio de Bioquímicos. De tal manera que esto sigue habilitando al Colegio para visitar los laboratorios, verificar el cumplimiento de los requisitos y emitir un certificado de autorización, con el cual el director técnico tramitará a Rugepresa la habilitación final”.
La dirigente profesional resaltó que cuando el colegio visita un laboratorio y vigila el cumplimiento de requisitos
se trata de un “aseguramiento de la ca-
lidad de las prestaciones”.
Cambio de nombre
También se explayó sobre el cambio
de nombre de la entidad. “Lo del nom-
bre es porque hay una cohorte de pro-
fesionales que van a egresar de la facul-
tad como biotecnólogos, y considera-
mos que por sus alcances de título co-
rrespondía que estuvieran colegiados
en este colegio. Pensando en ellos se
amplía el nombre”, describe.
Para Zamory, el hecho de incorporar
otros profesionales que estén bajo la re-
glamentación del colegio es positivo
“porque es la misma área de servicio, así
se armonizan las reglamentaciones entre
profesionales que trabajan en los mis-
mos espacios de ejercicio profesional”.
La norma también eleva de 8 a 12 los
miembros del consejo directivo e in-
cluye la minoría. Además, formalizó
como autoridades colegiales a delega-
dos de distritos y a la comisión revisora
de cuentas. También introdujo el otor-
gamiento de matrículas de especiali-
dades, algo que no estaba especificado
por ley sino por reglamento. Asimis-
mo, sumó especificaciones respecto a
la confidencialidad de los datos y re-
sultados de los pacientes.