ESCUCHARDocentes y referentes sociales trabajarán por la implementación de políticas públicas desde la perspectiva bioética. En la presentación, el médico Horacio Barri se refirió a justicia sanitaria y a los temas que deberían evaluarse en el ámbito del nuevo espacio cordobés.
Las universidades Nacional y Católica de Córdoba pusieron en marcha ayer el Observatorio de Bioética, una iniciativa inédita desde la cual se trabajará para fortalecer la implementación de políticas públicas con perspectiva bioética.
“El observatorio se denominará Observatorio de Bioética UNC-UCC, y funcionará bajo la responsabilidad de la Secretaría de Extensión Universitaria en la UNC, y del Centro de Bióetica en la UCC. Además, contará con una Comisión Interdisciplinaria de Referentes Académicos, y una Comisión de Referentes Sociales en Bioética”, presentaron sus organizadores. “La primera -agregaron- se dedicará al fortalecimiento de estrategias institucionales en ambas universidades que permitan la incorporación de la perspectiva bioética en la docencia, la investigación y la extensión. Por su parte, los referentes sociales trabajarán para fortalecer la implementación de políticas públicas desde la perspectiva de las cuestiones vinculadas con la bioética y los derechos humanos”.
El espacio, coordinado por Mónica Heinze y Alberto Sassatelli, promete observación y evaluación de la realidad en temas de incumbencia bioética, como así también la emisión de opinión y eventual asesoramiento en la materia.
Para ello, accionarán una relación activa de intercambio con organismos afines y vinculados.
En la presentación oficial del observatorio estuvieron los rectores Franscisco Tamarit (UNC) y Alfonso Gómez (UCC).
Justicia sanitaria
Durante el encuentro, el médico Horacio Barri brindó una conferencia sobre “Justicia sanitaria y acceso a la salud”. El especialista en Salud Pública señaló a Comercio y Justicia que un observatorio de este tipo es “una afirmación sobre la salud”.
En este sentido, propuso que en ese ámbito se aborden y traten temas como epidemiología de las muertes evitables, estableciendo causas y responsabilidades.
Para Barri también es importante que se apoyen desde allí prácticas de contención en geriatría, oncología y salud mental.
También hizo un llamado a la revisión de situaciones que deberían cambiar. “Se han medicamentalizado cosas que no tienen sentido. Hay que rescatar el concepto de remedio que va más allá del medicamento. La contención, el hablar y escuchar, la participación, la alimentación saludable, la gimnasia, son remedios. Hay que volver a ese concepto”, insistió.
Finalmente, el sanitarista también apuntó a la necesaria racionalidad en los costos de los medicamentos y en la clasificación de medicamentos para separar aquellos que son esenciales de los que tienen eficacia dudosa o ponen en riesgo a las personas.
