ESCUCHAREn Córdoba, 86% de ellas y 54% de los varones participan en quehaceres domésticos, cuidados de personas miembros del hogar y apoyo escolar en la casa, sin remuneración.
En Córdoba, siete de cada diez personas de 18 años y más (70%) declaran realizar trabajo doméstico no remunerado (TDnoR), siendo las mujeres quienes presentan mayor participación (86%) frente a los varones (54%). Ellas dedican 6 horas diarias a quehaceres domésticos dentro de su hogar, que no se pagan.
Así lo reveló la última “Encuesta sobre trabajo no remunerado y uso del tiempo” realizada en el tercer trimestre de 2013 (último dato disponible) en el marco de la Encuesta Anual de Hogares Urbanos (EAHU). Los datos los divulgó esta semana la Dirección de Estadísticas y Censos del gobierno provincial.
El objetivo de la encuesta fue captar información respecto de la participación y el tiempo destinado al trabajo doméstico no remunerado, que comprende quehaceres domésticos (limpieza de casa, aseo y arreglo de ropa; preparación y cocción de alimentos, compras para el hogar; reparación de artefactos, etcétera); cuidado de personas (niños, enfermos o adultos mayores) y apoyo escolar.
Las tasas de participación en TDnoR en la provincia son más bajas que las tasas registradas para el total nacional urbano (74,2%).
Una de las tendencias llamativas en el ámbito local es la brecha entre hombres y mujeres respecto al nivel de participación puntual en los denominados “quehaceres domésticos” y “cuidado de personas”. En el caso de los varones, participan 4%, mientras que en el caso de las mujeres participan 84% .
En cuanto a la medición de participación en el “cuidado de personas” de la familia, si bien la diferencia entre sexos arroja un saldo a favor de la población femenina, la diferencia entre varones y mujeres en la provincia se encuentra entre las más bajas del país (varones 14% y mujeres 25%).
Según la encuesta, en las actividades referentes a “apoyo escolar” Córdoba se encuentra en grupo de provincias con valores más bajos, con un nivel de participación de 11%. “Expresado en otros términos significa que 11 de cada 100 personas indicaron dedicar tiempo a este tipo de actividad no remunerada. Si se analiza de manera comparativa, en esta actividad Córdoba muestra la menor diferencia entre sexos (varones 5,5% y mujeres 17%) de la Región Centro”, dice el resumen ejecutivo de la medición.
Según edades y situación conyugal
Las mayores tasas de participación en el trabajo sin paga corresponden al grupo que se encuentra en las edades de 30 a 59 años, tanto en varones como en mujeres, etapa coincidente con las actividades relativas a la constitución de los hogares y crianza de los hijos
En el análisis de la variable situación conyugal se vuelve más evidente la diferencia en relación con el sexo y la participación en actividades domésticas no remuneradas.
“Los separados/divorciados incrementan su participación, lo cual provoca que disminuya la brecha entre sexos; dicho fenómeno es aún más notorio para el caso de los viudos, para quienes el incremento en la participación en trabajo doméstico no remunerado es tan significativo que la brecha entre sexos se reduce”.
En las cordobesas, es llamativo la escasa incidencia que tiene la situación conyugal sobre la participación en este tipo de trabajos sin paga. El comportamiento es similar en los casos unida/casada y separada/divorciada.
Impacto educacional
Respecto del comportamiento según los niveles educativos, “en el caso de los varones, se visualizan diferencias significativas de acuerdo al nivel educativo alcanzado; aquellos que declararon un nivel educativo superior universitario incompleto o completo muestran una mayor participación en el trabajo doméstico no remunerado”.
Las brechas más notables entre sexos se encuentran en el grupo de población con secundaria incompleta o completa.
Cuando se analiza la participación en el trabajo doméstico no remunerado por condición de actividad, se aprecia que ambos sexos no siguen la misma lógica. Mientras las mujeres no ocupadas participan en menor medida de las actividades del hogar, las ocupadas muestran una mayor participación. En el caso de los varones su comportamiento es inverso, su participación aumenta al no estar ocupados.
Un dato a resaltar es la disminución significativa de la participación femenina cuando la jornada laboral de ellas supera 45 horas semanales. El tiempo promedio que destinan a las tareas hogareñas no pagas cuando las cordobesas trabajan más de 45 horas es de 4, 7 horas diarias. Mientras que los varones con igual carga horaria de trabajo externo destinan 3,1 horas diarias.
En cambio, cuando ellas trabajan hasta 34 horas fuera del hogar, destinan 6,6 horas, mientras que los varones, 3,9 horas. Cuando la carga horaria de trabajo rentado es de entre 35 y 45 horas, las mujeres destinan 5,3 horas y los varones 3,5 a los quehaceres domésticos.
