ESCUCHARJosé “Pepe” Mujica pasó por Córdoba, reivindicó la política y dijo que si ésta no sirve, “lo único que me queda es el refugio individual, el ‘hacé la tuya’ y transformarme en una fiera”. Destacó el cooperativismo como forma de organización.
Por Carolina Klepp – [email protected]
“A la política la tenemos que reivindicar porque si la política no sirve lo único que me queda es el refugio individual, el ‘hacé la tuya’ y me transformo en una fiera. El cooperativismo es una forma de asociación en la que los débiles se juntan para tratar de existir y tratar de generar otros medios, otra cultura que puede ser una de las formas de organización de la propiedad, de la distribución, del trabajo.
Las cooperativas tienen por delante una lucha enorme de carácter cultural con todas las cosas que se nos presentan en un entorno capitalista. Mi corazón y mi apuesta de carácter político es por un mundo que no precise patrones”. Con estas definiciones se despachó el ex presidente de Uruguay, José “Pepe” Mujica, en Córdoba, en el marco de la 6ª Jornada Colsecor, cooperativa que con su presencia festejó ayer sus 20 años.
Simple, sencillo, austero, docente y contundente en sus definiciones, dialogó con la prensa antes de dictar su conferencia magistral a sala llena en el Holiday Inn. Dio lecciones de vida, de esas que aprendió en su 80 años que está por cumplir, 14 de ellos en prisión. Dedicó un amplio apoyo al cooperativismo, habló de política en general, pero eludió hablar de la política argentina. Recordó que cuando joven tenía el sueño de cambiar el mundo y dijo irónico que tuvo algunos problemitas en aquella época. Hoy empieza por su vereda y su barrio, en alusión a Uruguay y Argentina, respectivamente.
“Espero que vengan nuevas generaciones mejores que nosotros, el camino es largo, porque en realidad, si no cambias tú, no cambia nada. Hace 50 años pensábamos que si cambiaban las relaciones de propiedad, de distribución, cambiábamos la sociedad. Hoy lo que sabemos es que el cambio cultural es mucho más lento y es, a la postre, el fundamental. Tal vez no le dábamos a la cultura el papel que ésta tiene en las determinantes del hombre y reducíamos a una cuestión económica el curso de la historia, y nos resultó un poquito más complicado”.
El actual senador por el Frente Amplio dijo ayer en suelo cordobés que da su apoyo al movimiento cooperativo del mundo entero y a la lucha alternativa que supone el cooperativismo como forma de gestión, como forma de propiedad y como filosofía de vida.
“He tratado de impulsar un movimiento que, por un lado, es cooperativo y, por otro, es autogestionario. El sentido es impulsar que los trabajadores tengan el coraje de hacerse responsables de sus fuentes de trabajo y sean capaces de gobernarse a sí mismos en el campo del trabajo, cosa que no es fácil pero que supone la superación de la dependencia de unos hombres para con otros”.
El ex mandatario advirtió de que hay una crisis enorme de reparto en lo social. “Los hombres vamos a seguir luchando y soñando por encontrar caminos que puedan superar esas injusticias que la economía de mercado demuestra que no puede superar. Desde ese punto de vista, entiendo que una de las herramientas más interesantes es el cooperativismo y… ¿hasta dónde llega?, no sabemos”.
Aprendí
En otro tramo de la conferencia de prensa se le consultó sobre su modo de vivir simple, la comparación de ese estilo con otros presidentes y la explicación que le encuentra a que la mayoría de los mandatarios no igualen una vida austera.
Al respecto dijo: “Yo soy hijo de mis circunstancias. En la soledad de un calabozo, la noche que me tiraron un colchón estaba feliz. Si no hubiera vivido esa peripecia tal vez no sería quien soy. Aprendí que si buscas la felicidad, más vale vive liviano de equipaje, con poco compromiso material. La felicidad está dentro de uno. Aprendí que las pequeñas cosas de la vida, las cotidianas, al final son las únicas importantes y trascendentes, por lo tanto: no me desvive la plata, no preciso mucha casa, no preciso sirvienta, tengo una vida común y corriente como tienen los hombres de pueblo comunes y corrientes, que son los que constituyen la mayoría, el que vota, el que elige y, si elige, me parece que hay que vivir como él y a la altura de él”.
“¿Por qué cree que pierde su estilo de vida con respecto al de la mayoría del resto de los presidentes?”, fue una de las preguntas a Pepe. Él simplemente respondió parafraseando -con algunas licencias-, el poema “Poderoso caballero es Don Dinero”, de Francisco de Quevedo. Recitó Mujica: “Poderoso caballero es Don Dinero capaz de transformar el oro en bosta y la bosta en oro, más o menos decía así Quevedo hace 500 años”.
Cabe recordar que en los años 60 y 70 Pepe fue dirigente del Movimiento de Liberación Nacional (MLN)-Tupamaros, con el que participó en operativos guerrilleros, al tiempo que trabajaba en su chacra hasta que, requerido por la policía, se refugió un tiempo en la clandestinidad y luego fue preso.
Politólogo aficionado
En un año electoral en el país, también se le consultó su opinión sobre la política local. No quiso entrar en el tema porque seguramente qu edaría “bien con unos y mal con otros candidatos”. Les deseó suerte y dijo tener algunas percepciones como “politólogo aficionado”.
“Uno mirando de lejos dice ‘son todos o casi todos peronistas’ pero tienen posiciones, hay de todo ahí. ¿Cuándo se juntan? Cuando llega uno al gobierno que no es peronista, ahí se juntan y lo hacen trizas. Entonces, es un momento de inestabilidad jorobado. Pero yo le deseo a la Argentina lo mejor, es un país lleno de luz. Son muy ricos y se pueden dar algunos lujos hijos de la abundancia”, concluyó.
Sobre Cristina
“Entre otras cosas, no le perdonan que sea mujer”
Pregunta obligada fue la de su relación con la presidenta Cristina Fernández. Al respecto señaló: “Ha sido estupenda a pesar de algunos encontronazos duros. Y me doy cuenta, pobre mujer, hay que manejar las corporaciones que hay en esta nación, ¡no es changa! y ha generado una personalidad de no dejarse ‘llevar puesta’ y entonces tiene un estilo confrontativo. Alguna vez me he calentado pero siempre la admiro, le tengo un gigantesco afecto, lo cual no quiere decir que coincida. Me parece que ha tenido una pelea inconmensurable porque, entre otras cosas, no le perdonan que sea mujer”.
Finalmente, apuntó contra el machismo: “Hacemos un discurso de la mujer igual, pero por abajo a las mujeres las serruchamos. Los disparates que se han dicho de (Michelle) Bachelet, los que se están diciendo de la presidenta de Brasil, no sé lo que nos pasa, creo que tenemos un machismo que nos juega por abajo”.
