Investigadores de la UNC diseñaron nuevos “vehículos” que pueden cargar una mayor cantidad de fármaco y son 800 veces más finos que un cabello. Depositan la droga directamente en el tejido
tumoral durante la quimioterapia
En experimentos con ratones, investigadores de la Universidad Nacional de Córdoba y de la Universidad Nacional del Litoral lograron optimizar la efectividad del tratamiento contra tumores de mama. Lo hicieron al reducir químicamente el tamaño de las nanopartículas que transportan y depositan la droga en el tejido tumoral, durante la quimioterapia. Los nuevos “vehículos” pueden cargar una mayor cantidad de fármaco y son 800 veces más finos que un cabello.
De esta manera, el tratamiento podría ser más corto, menos costoso y reduciría los efectos secundarios adversos de las terapias tradicionales. Los estudios clínicos en seres humanos demandarán todavía varios años hasta su aprobación para el uso en pacientes. El avance fue difundido ayer por la Agencia de Noticias Científicas UNCiencia de la Casa de Trejo.
En un futuro cercano, los tratamientos convencionales utilizados para combatir el cáncer de mama, serán reemplazados por la nanomedicina, más segura y eficaz. En la actualidad, existe un gran número de productos que están siendo estudiados para su aprobación e incluso algunos ya se encuentran en el mercado. Pero la investigación en este campo continúa, con el objetivo de mejorar los dispositivos terapéuticos actuales.
Las nanopartículas son uno de los medios más prometedores para administrar drogas en el organismo. No sólo disminuyen los efectos secundarios en el paciente, sino que son extremadamente precisas respecto a la zona donde deben liberar el fármaco.
En las terapias contra el cáncer de mama, ambas cualidades son fundamentales. Hoy, el principal problema de los tratamientos es que destruyen tanto las células tumorales como las sanas. Además, traen aparejada una serie de consecuencias no deseadas como náuseas, vómitos, caída temporal del cabello y disminución de células plaquetarias en la sangre. En casos más graves, incluso pueden desencadenar cardiopatías.
“Usando nanotecnología, sin embargo, es posible liberar la droga directamente en el tejido tumoral, sin afectar a las células sanas, lo que mejora la eficacia del tratamiento. En los últimos años, las investigaciones en este terreno buscan perfeccionar esta técnica, ya sea utilizando nuevos materiales o formas innovadoras de ‘lanzar’ el fármaco dentro de los tejidos enfermos”, señaló UNCiencia.
Un trabajo conjunto de los mencionados investigadores realizó un avance significativo en esta línea: modificó un nanogel ya conocido para que pudiera transportar más cantidad de Doxorubicina, uno de los fármacos más utilizados en quimioterapia; y lograron reducir su tamaño. Así lo confirmó Matías Picchio, de la Facultad de Ciencias Químicas (FCQ) de la UNC, uno de los autores del trabajo.
Avances
El siguiente paso, en seres humanoLos resultados sugieren que el nuevo nanogel tiene un efecto más notorio sobre las células de cáncer de mama que si la droga se aplica libremente como en las terapias tradicionales, probablemente debido a que la encapsulación de la droga aumenta su capacidad terapéutica. “En las pruebas in vivo con ratones, cuando los individuos se trataron con la droga libre, el volumen del tumor fue aproximadamente de 100 mm3 luego de 20 días. En cambio, al ser tratados con la nanoformulación el volumen fue menor a 50 mm3”, destacó Matías Picchio, de la Facultad de Ciencias Químicas (FCQ) de la UNC.
Luego de los promisorios resultados obtenidos en las pruebas de laboratorio (tanto in vitro como en animales vivos), el siguiente paso son los ensayos clínicos con seres humanos, una etapa que requiere varios años de ensayos para su eventual aprobación.