Cada vez más mujeres que se someten a una liposucción solicitan al cirujano reutilizar su tejido adiposo para aumentar y moldear sus glúteos en la misma intervención. La lipotransferencia glútea, que utiliza grasa del propio paciente, gana terreno en los quirófanos argentinos y ofrece una rápida reincorporación y un posoperatorio más confortable.
Así lo explicó Roberto Martínez Rinaldi, especialista en cirugía plástica y reconstructiva, miembro de la Sociedad de Cirugía Plástica de Córdoba y del staff de la Clínica Privada Gallia.
“La zona glútea constituye un atributo importante en el ideal de belleza actual. De hecho, el aumento o elevación de los glúteos se está convirtiendo en una de las intervenciones de cirugía estética más requerida en nuestro país, con un crecimiento sostenido año a año”, expresó el médico, quien destacó que una de las grandes ventajas de esta intervención es que no utiliza implantes.
“Pese a que su realización puede pasar desapercibida frente a otras cirugías, tales como la aplicación de implantes mamarios, ya que en esos casos el posoperatorio es difícil de ocultar, las estadísticas de gran parte de los centros de cirugía estética demuestran que ocho de cada 10 pacientes que se someten a liposucción aprovechan la oportunidad para modelar sus glúteos, dado la sencillez de esta práctica y la rápida reinserción laboral y social que ésta permite”, agregó el galeno.
Gluteoplastia
Martínez Rinaldi explicó que la gluteoplastia con inyección de grasa “es una novedosa técnica que ofrece resultados estéticos naturales por medio de la utilización de los propios tejidos del paciente. La gran ventaja de esta técnica es que facilita el modelado de los glúteos de manera tridimensional. Además, no tiene los inconvenientes de posibles rechazos, cápsulas ni asimetrías, como sí puede ocurrir cuando se utilizan prótesis”.
Las pacientes que más están optando por esta práctica son mujeres de entre 30 y 45 años que en general ya han tenido sus hijos.
