ESCUCHAREl TSJ de Córdoba distinguió a cinco personalidades por su labor en la sociedad. Delia Ferreira Rubio, de Transparencia Internacional, una de las homenajeadas, destacó el rol femenino en la lucha por la transparencia y abogó por un rol activo del Poder Judicial. También destacaron a Sonia Torres, Margarita Barrientos, Elvira Ceballos y Marcela Aspell. Por Carolina Klepp – [email protected]
La corrupción en Argentina es un problema grave y las mujeres están más dispuestas a denunciarla y pelear contra ella. Así lo considera Delia Ferreira Rubio, miembro de la organización Transparencia Internacional y consultora del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, de la Organización de los Estados Americanos y ex presidente de Poder Ciudadano.
Ella fue destacada, junto a otras cuatro mujeres, en el acto-homenaje “Mujeres del Bicentenario”, organizado por el Tribunal Superior de Justicia (ver “Las distinguidas”).
En diálogo con Comercio y Justicia en el Salón de los Pasos Perdidos, donde se realizó el encuentro el viernes pasado, habló sobre la situación del país en materia de corrupción y transparencia y el papel de la Justicia y las mujeres en este tema.
“Los índices de percepción de corrupción muestran que estamos aplazados, porque del cero al 10 estamos en tres; eso quiere decir que hay mucho para hacer, pero no debemos pensar que la corrupción es un problema de los argentinos. La corrupción es un problema que requiere una reacción institucional y de la sociedad. En todos los países hay casos de corrupción, la diferencia es cómo se reacciona”, dijo la especialista y consultora en temas institucionales y de Gobierno.
“La sociedad tiene que cambiar esa actitud de tolerancia frente a la corrupción. Cuando se dice ‘roban pero hacen’ no puede ser ése el principio que oriente a los ciudadanos para elegir a sus representantes que son los que toman decisiones por nosotros. En ese sentido, hay que seguir mejorando la información accesible, mejorar los niveles de integridad pública, terminar con la impunidad. Los juicios de corrupción en Argentina demoran 20 años y no llegan a ninguna condena y eso hace que la sociedad pierda confianza en las instituciones. Por su parte, la sociedad debe corregir su indiferencia frente a la corrupción, con eso habríamos dado un paso adelante.
-¿Qué le cabe al Poder Judicial en este planteo?
-El Poder Judicial es clave porque es el que tiene que hacer efectivas las sanciones. Nuestros problemas de corrupción no son siempre por falta de leyes sino por no aplicar las leyes que tenemos.
Un ejemplo de estos días: el jueves pasado se ha procesado a quienes estuvieron vinculados con el financiamiento de la campaña electoral 2007. Han pasado nueve años. En el año 2007, antes de la elección, desde Poder Ciudadano denunciamos que había algo raro en ese financiamiento, porque 40% del dinero declarado provenía de droguerías, laboratorios, sector salud. Hemos seguido trabajando en el tema, terminaron varios mandatos entre medio y todavía no se han aplicado las sanciones por aquel financiamiento ilegal de la campaña. La ley existe pero no se la ha aplicado eficientemente.
– Una de las críticas que se le hace a la Justicia argentina en temas de corrupción es que avanza en esos tipos de casos cuando el gobierno que fue denunciado ya no está en el poder.
– Eso es lo que hace la diferencia entre un país y otro. Cuando un país tiene un funcionamiento institucional que reacciona frente a la corrupción no importa el color político de quienes están en el acto corrupto, no importa si son amigos o no, lo que hay es una violación de la ley y la institución judicial reacciona y también la sociedad.
– ¿La mujer tiene un papel particular en esta cuestión?
– Se está estudiando mucho el trabajo de la mujer en la lucha contra la corrupción. Hay quienes piensan que las mujeres somos más honestas por ser mujeres, yo no comparto ese criterio. Yo creo que todos, hombres y mujeres, tenemos los mismos vicios y las mismas virtudes. Lo que sucede muchas veces es que las mujeres estamos más dispuestas a denunciar y a pelear por estas luchas que son por los molinos de viento y, en ese sentido, si uno mira el movimiento anticorrupción en el mundo muchas de sus miembros son mujeres, más que los varones. Pero debería ser un compromiso de todos.
Mercedes blanc de Arabel, vocal del TSJ
“Han sido silenciadas e invisibilizadas”
La vocal del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) Mercedes Blanc de Arabel, encargada de la apertura del acto, aseguró que a lo largo de la historia argentina las mujeres “han sido silenciadas” e “invisibilizadas”.
“Por ello, queremos ocuparnos de recuperar a nuestras mujeres, en tanto promotoras activas y efectivas de una vida sin violencia, sin pobreza, con educación y trabajo; de una sociedad con memoria y verdad; y de una república con transparencia y autoridad moral a partir de la visiblidad de los procederes de sus funcionarios”. En la misma dirección, la magistrada subrayó: “Las mujeres que hoy destacamos son aquellas que, con mayor excelencia, han trabajado sobre ejes fundamentales de la vida ciudadana: la transparencia en las instituciones públicas y privadas para garantizar una república fortalecida, una sociedad sustentable y una cultura de la paz.
La falta de transparencia sólo acerca confusión, angustia y desengaño. Ya se sabe: es difícil que una sociedad vuelva del desencanto”.
