María Elena Barbagelata,presidente de la Comisión de Derechos de la Mujer de la federación que nuclea los colegios de letrados del país, analizó avances y desafíos de las profesionales. Subrayó que después de años de lucha, esa entidad tendrá elecciones con presentación de listas con paridad de género
Por Carolina Klepp – [email protected]
La mitad de la matrícula que integra la Federación Argentina de Colegios de Abogados (FACA) está compuesta por mujeres; sin embargo, sólo este año ellas lograron una modificación del Estatuto en pos de la paridad en la integración de los cargos electivos. Aún ninguna llegó, en casi 100 años de historia de la entidad, a presidirla.
Pero ya notan un cambio y la mayor expectativa está en las nuevas letradas, la camada generacional que consideran llega más consciente sobre sus derechos, su potencial y la defensa con perspectiva de género. Así lo sintetizó María Elena Barbagelata, presidente de la Comisión de Derechos de la Mujer de FACA. Desde ese ámbito, preside el comité organizador de las Jornadas Nacionales de Abogadas que recientemente se realizaron en Córdoba en conjunto con el Colegio de Abogados local. En ese marco, Comercio y Justicia dialogó con ella.
– ¿Qué tipo de abogada vislumbra en la Argentina?
– Vislumbro una mujer abogada más comprometida con los derechos humanos. Si bien las universidades todavía no tienen una mirada que incorpore en su currícula la perspectiva de género, creo que cada vez más las mujeres abogadas abren los ojos mucho antes de lo que nosotros pudimos haberlos abierto. Hay una situación de cambio social, cultural, que se traduce en el derecho. Veo una reacción de rechazo muy fuerte a una justicia cuando es lenta, cuando mira para otro lado, cuando no tiene sensibilidad social. Poco a poco podemos ir cambiando las prácticas, las leyes, que nos permitan dar respuestas más efectivas y humanas. También, ver cómo hacer para remover los obstáculos que están enquistados en el Poder Judicial y en el Poder Ejecutivo para que haya efectivamente una protección de las mujeres.
– ¿Qué avances evalúan las abogadas?
– Éste es un momento histórico muy importante, con muchos desafíos. Temas que usualmente no se trataban ahora se abordan con profundidad no sólo desde el aspecto legal de la violencia sino también temas que tienen que ver con la participación de la mujer en lugares de decisión. Además se observa la necesidad de construir una nueva mirada sobre la justicia, sobre las leyes, para su aplicación con lo que nosotros denominamos “defender con perspectiva de género”, ponerse otros anteojos para analizar las leyes sobre los derechos de las mujeres a la luz de las Convenciones de Derechos humanos y el impacto que producen en la discriminación de la mujer. Es un tema que se está instalando en el propio Poder Judicial y en el ejercicio profesional de la abogacía.
– ¿Cuáles son las mayores desafíos y discriminaciones que las abogadas están viviendo hoy?
– El mayor desafío es cómo defendemos los derechos que decimos reconocer. El avance de las últimas décadas ha reflejado el reconocimiento de eso derechos, no sólo en el acceso a la justicia sino en la protección a los mismos. En esto tenemos todavía contradicción y déficits no sólo en e Poder Judicial sino en lo que involucra políticas públicas. Sin ellas, cuando estos derechos se vulneran es muy difícil restituirlos. Desde las políticas públicas el enfoque no puede ser indiferente sino que tiene que haber un compromiso efectivo de implementarlas para luchar contra la discriminación de la mujer, que creo que ese es el eje común de la desigualdad y eso atraviesa todas las normas y ramas del derecho.
– Este año consiguieron un avance en materia de paridad dentro de FACA, ¿qué significado le da?
– Nos costó mucho modificar el estatuto de la Federación Argentina del Colegio de Abogados. Nos costó 11 años de lucha para incluir la paridad en el estatuto. Históricamente, la FACA, que tiene casi 100 años de existencia, nunca tuvo una presidente mujer, pero es más que eso. Hay 21 miembros que componen su cuerpo directivo y hay una sola mujer. La exclusión de la mujer no de derecho sino de hecho es de tal magnitud que en el 2011 hicimos una propuesta de modificación del Estatuto y perdimos en una Asamblea Extraordinaria por 40 a seis votos.
Ahora, luego de un importante debate y el compromiso de abogadas que participan en la colegiación, de cambios en los colegios profesionales, se ha llegado a hacer una asamblea extraordinaria a mediados de febrero, donde el resultado fue al revés, tuvimos casi 40 votos a favor de la introducción de paridad en el Estatuto, para la conformación de los cuerpos directivos. Es decir, en la próxima renovación de las autoridades de la FACA, que es en diciembre de este año, las listas tienen que ser paritarias y esto es un cambio muy importante.
Este es un cambio cualitativo y cuantitativo, estimamos que en algún momento se va a dar que haya una presidente mujer en la FACA.
Por otra parte, en la sociedad hay un latiguillo de que las mujeres no somos capaces, que si no estamos (en distintos puestos) es porque no somos capaces. Ese latiguillo se va derrumbando frente a la realidad de las calificaciones de las mujeres en general y apenas uno empieza a visibilizar ese techo de cristal, que genera para algunos una barrera invisible, que impide que la mujer continúe en su actividad profesional en estos cargos electivos o de puestos de decisión.