La capacidad de darles sentido a las señales del mundo, un pensamiento innovador y adaptable, competencias multiculturales y hablar el lenguaje de los medios virtuales son algunas de las aptitudes que más valorarán los empleadores.
“Contrata la actitud y entrena la habilidad”. Ésta es la sugerencia del escritor y médico estadounidense Atul Gawande que eligió la consultora internacional de recursos humanos Randstat al presentar esta semana el informe “Las 10 habilidades del futuro” que deben tener los profesionales para asegurarse mejores empleos.
En los últimos años -señala el informe- las nuevas tecnologías transformaron el mundo a pasos agigantados. La sociedad se transforma y, con ella, todas las demandas que la acompañan y nutren. “En este proceso, las empresas y compañías deben adaptarse a las últimas tendencias para mantenerse competitivas”, afirman. Para garantizar un proceso exitoso, las organizaciones buscan trabajadores que posean conocimientos, pero también las llamadas soft skills o habilidades blandas de gestión. Éstas se relacionan con la inteligencia emocional, el arte de la comunicación o los hábitos personales. Sin embargo, en el futuro, eso ya no será suficiente.
Entre las habilidades que serán requeridas, según indican las tendencias, figura la de “tener sentido (o sensemaking)”. Esto es lo que tiene una persona para “conectar los puntos” y “entender las señales” del mundo que la rodea, siendo capaz de darle un sentido y de poner en marcha nuevas ideas.
Otra competencia que destaca el informe es la “inteligencia social”. Los especialistas en recursos humanos afirman que nadie puede plantear trabajar estando aislado. Cada vez se hace más hincapié en la cooperación y en la importancia de las relaciones sociales. Por esta razón, tener la capacidad de entender las emociones de los demás, para comprenderlos y conectarse con ellos, es de crucial importancia.
El “Pensamiento innovador y adaptable” también es una de las aptitudes que serán ampliamente valoradas en los ambientes de trabajo. “En un mundo en constante transformación, quien no quiera quedarse a mitad de camino tendrá que mirar hacia delante, proponerse nuevas metas, adaptarse a las nuevas realidades y, lo más importante, no dejar nunca de aprender”, describe el estudio.
Medios digitales
Cualquier empresa, si quiere destacar, debe de tener presencia en los medios digitales.
La llamada “generación Z” (nacidos entre 1995 y 2005) lleva ventaja en esta materia. Son nativos tecnológicos y están acostumbrados a las interacciones sociales mediante medios virtuales. Es decir, dominan “el lenguaje digital”, habilidad que cada día tiene más importancia en el mundo laboral.
La “transdisciplinaridad” es otra de las competencias que deberán tener los profesionales del futuro. Se refiere a la capacidad de adoptar varios puntos de vista, sirviéndose de un enfoque más general de las situaciones. Poder ver un problema con perspectiva y, recogiendo muchas ideas, afrontarlo y conseguir solucionarlo creando algo nuevo.
Otra de las capacidades destacadas es la denominada “mentalidad de diseño”. Según Randstad, la mayoría de los trabajadores pasaron por diferentes lugares de trabajo a lo largo de su vida. Por esta razón, saben que en algunos espacios se trabaja mejor que en otros. “La mentalidad de diseño debe dotar al trabajador de la capacidad para hacer las modificaciones oportunas en la organización, buscando la mayor comodidad y optimización del trabajo”, concluye.
También advierten que, cada vez más, en el lugar de trabajo habrá gente de diferentes países, culturas y razas. La globalización acentúa la diversidad y, debido a ello, es esencial saber adaptarse y aceptar las diferencias. Serán necesarias “Competencias multiculturales”.
El “Pensamiento computacional” también será requerido a los profesionales del futuro. “Las personas proporcionan una cantidad enorme de información sobre ellos mismos y sus gustos. Por ello, las empresas necesitan más analistas de big data que sean capaces de asimilar y canalizar esta información y, de esta manera, obtener ventajas competitivas para la empresa”.
Asimismo, saber seleccionar el gran caudal de información que recibe cada persona a través de distintos medios, filtrarla y priorizarla de una forma creativa, debe convertirse en una destreza que el trabajador tiene que dominar.
Colaboración virtual
– En un mundo cada vez más globalizado, donde una misma empresa dispone de distintas sedes alrededor del mundo, es imprescindible que los equipos que la componen estén familiarizados con las herramientas de colaboración virtual.
– Muchas compañías utilizan aplicaciones como Skype para realizar reuniones a distancia, Google Drive para compartir documentos o redes sociales internas para poder trabajar conjuntamente con compañeros de otras ciudades y países, creando así una especie de “cadena de montaje” de ideas y fomentando el aprendizaje en línea.