La comunidad científica dijo que es “insuficiente” el incremento presupuestario anunciado por el Gobierno horas antes de la protesta nacional de investigadores del Conicet, quienes pidieron “salvar la ciencia” ante un panorama de salarios devaluados, falta de fondos para investigaciones y fuga de cerebros
Por Carolina Klepp – [email protected]
Los aumentos al presupuesto de Ciencia y Tecnología por debajo de la inflación, la disminución de ingresos al sistema de Conicet, salarios devaluados, la dificultad o imposibilidad de compra de equipamiento importado que se cotiza en dólares y la falta de insumos son algunas de las tantas aristas que generaron el reclamo sostenido que viene llevando adelante la comunidad científica argentina. Ayer, en plena Semana de Mayo y como en aquella gesta histórica, se hicieron sentir en todo el país a través de un “cabildo abierto” en defensa de la ciencia y la tecnología.
En forma simultánea, mientras 245 directores de institutos de investigación del Conicet se manifestaban en Buenos Aires, en Córdoba también lo hicieron los directivos locales. Junto a becarios, investigadores, personal administrativo y de apoyo, se nuclearon en el Centro de Investigaciones y Estudios sobre Cultura y Sociedad (Ciecs) en Ciudad Universitaria.
“Bajo el lema ‘si no hay ciencia, no hay futuro’ expresamos los principales reclamos del sector y -sobre todo- un mensaje a la dirección política para que tome el problema de la ciencia y técnica, lo incorpore en su plataforma y se comprometa a llevarlo adelante”, afirmó el máximo referente de Conicet en Córdoba, Edgardo Baldo, director del Centro Científico Tecnológico de la entidad en la provincia. Las voces cantantes se completaron con otros miembros del consejo directivo como José Luis Bocco, del Centro de Investigaciones en Bioquímica Clínica e Inmunología (Cibici), y María Angélica Perillo, del Instituto de Investigaciones Biológicas y Tecnológicas (Iibyt).
Baldo señaló que para el corto plazo reclaman un incremento presupuestario para poder seguir manteniendo los laboratorios, los institutos, los proyectos de investigación y las tesis doctorales de los becarios. También es fuerte el reclamo salarial y de retención de investigadores en Argentina. “Nos preocupa mucho la degradación de los salarios de todos los involucrados en esta actividad y, además, la pérdida de cerebro en el país una vez más. Hay gente que está desilusionada con lo que está pasando porque no puede ingresar al sistema y se está yendo a otros países”, describió.
Describió que el ingreso de un becario ronda 24.000 pesos, cifra que lo ubica en un “límite muy justo para poder cubrir sus necesidad básicas”. “El salario en general, de todas las personas de Ciencia y Técnica, ha perdido 30% de poder adquisitivo en los últimos tres años. El problema es transversal a todo el sistema, no sólo al Conicet. Este reclamo es igual para los demás institutos como INTI, INTA y la Comisión Nacional de Energía Atómica que están teniendo los mismos problemas”, afirmó Baldo.
Asimismo, calificó de “insuficiente”, el anuncio realizado por el Gobierno a horas de realizarse el Cabildo Abierto. “El Gobierno acaba de anunciar un incremento en el presupuesto de 1.000 millones de pesos para suplir algunos de los problemas que está teniendo Conicet. Ese monto, si bien va a ayudar a corto plazo a resolver algunos problemas, es insuficiente y al menos debería multiplicarse por tres. Y, en realidad, lo que están aumentando son 500 millones de pesos porque ya había una promesa y compromiso de agregar ese monto al presupuesto aprobado por ley -se había consensuado con la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados”, aclaró.
Para la comunidad científica, el paquete anunciado por la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación buscó amortiguar la jornada de protesta y no alcanza para descomprimir la crítica situación del sector.
Cabe señalar que el anuncio oficial confirmó la designación de Mario Pecheny y Alberto Kornblihtt como directores del Conicet y adelantó que modificará el sistema de importaciones para la reequipación de insumos.
Una situación que se repite
Otra vez, la dolorosa fuga de cerebrosNoelia Cejas, investigadora Conicet en cuestiones de hábitat, y Lucía Céspedes, becaria doctoral en materia de sociología de la ciencia, fueron en las encargadas de representar ayer en el cabildo abierto cordobés a becarios, investigadores, personal administrativo contratado y a quienes están en la carrera de personal de apoyo.
“Los becarios tenemos varios reclamos de larga data, principalmente el anhelo de ser reconocidos como trabajadores, porque no estamos técnicamente en relación de dependencia ni con el Estado, ni con Conicet, ni con la universidad, ni con nadie. Y no percibimos salarios sino un estipendio. Tenemos todas las obligaciones de un trabajador del área de Ciencia y Técnica, pero no todos los derechos. Durante los cinco años que, como mínimo, dura nuestra formación doctoral, no percibimos antigüedad, ni aportes jubilatorios, ni aguinaldo, ni se nos incluye en las paritarias del sector”, describió Céspedes.A su turno, Cejas, completó el difícil panorama que atraviesan con uno de los temores que lesiona no sólo al futuro de los investigadores sino al desarrollo del país: la fuga de cerebros.
“Cuando estamos en situación de incertidumbre respecto de nuestros ingresos, todos buscamos alternativas y muchas veces se encuentran en países lejanos. No es un mito, es una realidad. Soy investigadora joven, nueva, y esto impacta hacia adelante en la posibilidad de planificar equipos de trabajo”, subrayó.
También agregó que la multiplicidad de dimensiones en las que se puede pensar un problema social o tecnológico está dado por la cantidad de personas que forman un equipo de investigación, “pero cuando eso se ve reducido, cuando no hay continuidad de becarios posdoctorales que se han formado con mucha especialidad en áreas temáticas que deben abordar los grupos de investigación, esto impacta directamente en los resultados, no sólo en el sistema científico tecnológico sino también en todo el país. Esto es un tema que nos excede al sector”.
Hoy los becarios afrontan con $24.000 de estipendio no solo su mantención sino también matrículas y cuotas de los doctorados que cursan, bibliografía, viajes a congresos y viajes de campo y hasta insumos, cuestiones que son requeridas para producir conocimiento.