La OIT difundió ayer la última encuesta realizada en 2014 entre 1.200 compañías de 39 países. Del total de las juntas directivas de las firmas entrevistadas, sólo 13 por ciento es presidida por una mujer.
La presencia de las mujeres en las esferas directivas altas y medias progresó de manera tan insuficiente en las últimas dos décadas que, al ritmo actual, tomará entre 100 y 200 años alcanzar la igualdad de género en la dirección de las empresas, concluyó la Organización Internacional del Trabajo (OIT) tras analizar los datos de una encuesta publicada ayer.
La encuesta, realizada por la Oficina de Actividades para los Empleadores de la OIT, incluyó a 1.200 empresas de 39 países en todas las regiones del mundo.
Según el informe publicado ayer sobre la mujer en la gestión empresarial, “87 por ciento de las juntas de las empresas entrevistadas estaban presididas por un hombre, y 13 por ciento, presididas por una mujer”.
El reporte añadió que “en 30 por ciento de las empresas entrevistadas no había ninguna mujer en sus juntas directivas, mientras que 65 por ciento tenían menos de 30 por ciento y sólo 13 por ciento tenían juntas integradas por un número similar de hombres y mujeres, es decir de 40 a 60 por ciento”.
“El 30 por ciento suele considerarse la masa crítica necesaria para que las opiniones de las mujeres sean tenidas en cuenta”, sostuvo el informe.
La encuesta señaló, además, que en las regiones en desarrollo “el número de mujeres en cargos de directoras generales apenas superaba 20 por ciento”.
Por sectores
Según las respuestas, la mayoría de los gerentes de tecnología de la información y la comunicación eran hombres, mientras que había más mujeres encargadas de la gestión del control de calidad y la contratación.
La OIT aseguró que “la situación no es mucho mejor en la política. Las mujeres representaban casi 22 por ciento (21,9 por ciento) de todas las parlamentarias del mundo en abril de 2014, y en marzo de 2014 sólo había 18 mujeres jefes de Estado”.
Consultadas acerca de por qué consideran que se produce esta diferencia de género en los cargos de mayor poder, el informe señaló que las empresas de “todas las regiones con excepción de Europa Central y Oriental coinciden en los cinco o seis principales obstáculos relativos a las funciones sociales y reproductivas de ambos sexos, así como al reflejo de esas funciones en las estructuras del lugar de trabajo”.
La primera causa mencionada es que “las mujeres tienen más responsabilidad familiares que los hombres”, a la que le siguen ” los papeles que la sociedad atribuye a los hombres y las mujeres”, “la cultura empresarial masculina”, “las mujeres con insuficiente experiencia empresarial general o en puestos directivos”, entre otras.
En el plano educativo, la OIT detalló que “en la mayoría de las regiones hay más mujeres que hombres con licenciaturas y maestrías. En numerosos países no es un fenómeno reciente y ya dos decenios atrás las mujeres habían alcanzado la paridad con respecto a la obtención de títulos universitarios”.
Frente a esta situación, en el informe se recomienda a las empresas aplicar “soluciones flexibles” que permitan a las mujeres conciliar las obligaciones profesionales y familiares.
Asimismo, se consideró importante ofrecer una cobertura de protección de la maternidad y ayuda para el cuidado de los niños, de modo que las empresas puedan contratar y retener a las mujeres talentosas.
También se destacó la necesidad de resolver el fenómeno que lleva a que las mujeres queden rezagadas a pesar de su alto nivel de educación, confiándoles desde el inicio de sus carreras el mismo tipo de tareas que a los hombres.
Finalmente, la encuesta corroboró una concentración de las mujeres en determinados tipos de actividades de gestión empresarial, lo que se denomina como el fenómeno “paredes de cristal”, que establece una segregación por género en las ocupaciones empresariales.