Día del Trabajador: cuáles son las ocho alertas de precariedad laboral

Condiciones de empleo y modalidades de contratación irregulares; bajos ingresos; sobreocupación y pluriempleo e inestabilidad son algunos de los signos que generan profundas desigualdades en el mercado local

Ocho alertas de precariedad laboral en profesionales de la provincia de Córdoba ponen de manifiesto los retrocesos en materia de condiciones de trabajo respecto de las conquistas que se conmemoran cada 1 de Mayo. [privado]

Un nuevo estudio de la Federación de Profesionales Universitarios de Córdoba (Fepuc), de la Facultad de Ciencias Sociales (FCS-UNC) y de la Asociación de los Docentes e Investigadores Universitarios de Córdoba (Adiuc), que relevó a 2.877 profesionales, confirma la existencia de condiciones de empleo y modalidades de contratación precarias; bajos ingresos; sobreocupación; pluriempleo e inestabilidad y desigual distribución del trabajo de cuidados y su incidencia en el desarrollo de la actividad rentada.

“El concepto de precariedad se refiere a un conjunto amplio de condiciones laborales. Evaluar qué formas adopta la precariedad en el sector profesional de la provincia de Córdoba, sean estos profesionales asalariados o independientes, ha sido nuestro principal desafío en este análisis”, afirmaron las entidades.

En tanto, aclararon que las siete primeras alertas de precariedad son relativas a condiciones laborales que se aplican a “profesionales que trabajan en relación o vínculo con algún empleador” (comprende 73% de los encuestados), y que la octava se relaciona con el universo definido como “profesionales independientes”, quienes facturan por las tareas que realizan (27%).

El estudio se focalizó en la situación de la docencia universitaria: representa 23% de los profesionales encuestados. En relación con la carga laboral de los docentes e investigadores, cabe destacar que sólo 20% se dedica exclusivamente a la universidad.

En el apartado 1 -condiciones de empleo precarias en profesionales asalariados-, el relevamiento detalla que las dimensiones combinadas que definen la precariedad laboral son trabajo informal (sin recibo de sueldo ni factura); nivel de ingresos dentro de los más bajos; sobreocupación horaria (jornadas de más de nueve horas de trabajo en promedio; cantidad de ocupaciones (pluriempleo, dos o más ocupaciones) y el trabajo bajo contrato, locación de servicios, beca o pasantía.

El estudio precisa que 81% de los profesionales del grupo sufre al menos una de las condiciones desfavorables asociadas a la precariedad laboral y que 11% tiene alta precarización, ya que reportan tres o más condiciones desfavorables. En este punto de máxima precariedad, las mujeres se ven más afectadas que los hombres.

El segundo punto, bajos ingresos, comprende a quienes están entre el 20% que menos gana. El documento señala que la problemática tiene fuerte relación con la modalidad de contratación de los servicios: el ingreso es mayor cuando más formal es la relación laboral.

Por otra parte, aclara que cuando se habla de precariedad asociada al salario y honorario se constata la brecha de género.

En el apartado “sobreocupación” se detecta que 37% de los profesionales trabaja más de 10 horas.

La sobreocupación horaria afecta a uno de cada tres profesionales independientes y es el principal recurso para obtener más ingresos.

Como fenómeno, afecta proporcionalmente más a los varones (en 61% de los casos), aunque cabe aclarar que las mujeres suman más tareas no remuneradas.

En cuanto al punto cuatro -pluriempleo-, el relevamiento constató que más de la mitad de los encuestados debe recurrir a más de un trabajo para complementar sus ingresos y que las prácticas más frecuentes en profesionales es combinar la docencia universitaria con otra actividad. Seis de cada 10 varones y cinco de cada 10 mujeres declararon que tienen más de un empleo.

El apartado 5 -modalidades precarias de contratación / inestabilidad laboral- toma en consideración los vínculos contractuales. Considera “precarias” las locaciones de servicio, las becas o pasantías o la informalidad absoluta (mal llamado trabajo “en negro”).

En este segmento se visibilizan profesionales que tienen relaciones laborales encubiertas en contratos de locación de servicios o en prestaciones independientes de servicios cuando, en realidad, tienen todas las características de un empleo en relación de dependencia.

En términos generales, 17% de los profesionales cordobeses consultados trabaja bajo modalidades de contrato de locación, beca o pasantía.

La inestabilidad laboral afecta en mayor medida a las mujeres.

Si se consideran aquellos casos en los cuales el Estado, en sus distintos estamentos, actúa como empleador, además de una significativa incidencia de esta modalidad de relación laboral se identifican disparidades según se trate de los gobiernos Nacional, Provincial o Municipal. En promedio, uno de cada tres profesionales que trabaja en el Estado provincial o los Estados municipales lo hace bajo condiciones de inestabilidad.

El punto 6 -precarización agravada en el sector privado- refleja que la tendencia a la precarización crece en las empresas más pequeñas (con menos de 25 empleados). Sólo 27% de profesionales que trabajan para esas firmas tiene relación de dependencia; el resto combina modalidades más o menos precarias en su vínculo.

El estudio descubrió además que las mujeres profesionales en el sector privado perciben 18% menos que las vinculadas con el sector público.

En el apartado “sobreocupación” se detecta que 37% de los profesionales trabaja más de 10 horas.

En el tramo “desigual distribución del trabajo de cuidados y su impacto en el desarrollo de la actividad profesional” la encuesta consigna que en relación con el promedio de horas remuneradas, las mujeres trabajan 7% menos que los hombres pero también 33% más horas no remuneradas, en tareas del hogar y de cuidado. Destaca que aunque no está regulado ni cuenta con una jornada de trabajo ni beneficios y seguridad social, requiere de múltiples habilidades y competencias que se aprenden y ponen en juego.

La distribución de las tareas de cuidado entre los hogares con convivientes perjudica a las mujeres. Si bien 60% de los hogares las distribuyen de manera equitativa entre la pareja conviviente o entre todos los miembros de la familia, en 21% de los hogares son realizadas por las mujeres.

Finalmente, el ítem 8, que aborda la precariedad laboral en profesionales independientes, plasma que el sector está afectado por algunas de las dimensiones de precariedad de los apartados anteriores.

La sobreocupación horaria afecta a uno de cada tres profesionales independientes y es el principal recurso para obtener más ingresos. No obstante, las entradas bajas son la principal alerta para el sector.

De estos profesionales, 89% es monotributista y solo 22% está en las categorías más altas.

La mitad gana menos de $50.000 y, según el relevamiento, las mujeres obtienen 25% menos que los hombres.

La presidenta de la Fepuc, Nora Vilches, sostuvo: “Este grupo de profesionales son los que están más alejados de los derechos y garantías que ofrece la legislación laboral y de la propia Constitución Nacional; más aún a partir de la supresión del orden público de los honorarios profesionales”.

“Tanto la jurisprudencia en la Corte Suprema de Justicia de la Nación como el propio Tribunal Superior de Justicia de la Provincia de Córdoba han reconocido el carácter alimentario que tiene el honorario de un profesional independiente”, recordó.

En tanto, agregó: “Es por esto que resulta imperioso restablecer el orden público de los honorarios profesionales en todas las disciplinas, no sólo por el legítimo interés del numeroso sector social que conforman sino también para beneficio de toda la sociedad”. [/privado]