Las ondas gravitacionales que Albert Einstein predijo hace 100 años, fueron detectadas por tercera vez por un grupo de científicos estadounidenses, quienes aseguraron que ahora el impacto de los cuerpos celestes ocurrió más lejos que las dos oportunidades anteriores, a unos 3.000 millones de años luz de la Tierra.
“Nos estamos moviendo realmente desde la novedad a una nueva ciencia de la observación”, dijo David Shoemaker, astrofísico del Massachusetts Institute of Technology (MIT) e integrante de un equipo de más de 1.000 científicos que publicaron sus hallazgos en la revista Physical Review Letters, según informó la agencia Reuters.
Las ondas gravitacionales fueron predichas por Albert Einstein hace más de 100 años y detectadas por primera vez en septiembre de 2015. Son generadas por objetos celestes enormes que colisionan y se fusionan, provocando ondas a lo largo del espacio y tiempo.
En la anterior detección,ocurrida el 4 de enero de este año, los científicos registraron tenues vibraciones de dos agujeros negros que eran 20 y 30 veces más masivos que el Sol, respectivamente, antes de avanzar atrayéndose en espiral y fusionarse en otro agujero negro.
Esta constatación de lo que ya había adelantado Einstein hace 100 años constituye un hito en el mundo de la astronomía ya que permite comprender mejor como se formó el Universo
Al comparar la forma de las ondas con modelos computacionales, los científicos confirmaron que la colisión ocurrió a unos 3.000 millones de años luz de la Tierra, dos veces más lejos que los hallazgos previos.
Los agujeros negros son regiones de materia tan densa que ni los fotones de la luz pueden escapar a su enorme fuerza gravitacional.
