El Ministerio de Salud de la provincia de Córdoba presentó ayer una denuncia penal contra el director del Geriátrico Santa Lucía ubicado en la ciudad de Saldán, donde se contagiaron de coronavirus 24 ancianos y ocho empleados.
La cartera sanitaria acusó a los responsables del lugar por el supuesto incumplimiento en su deber de prestadores del cuidado y salud de los adultos mayores a su cargo; así como también, por su posible actuar negligente.
Según lo que informó la provincia por medio de un comunicado, el accionar de las autoridades del geriátrico “podría haber afectado el derecho constitucional a la salud integral de los residentes alojados en el geriátrico, siendo especialmente todos ellos grupo de riesgo como la de los y las trabajadoras del establecimiento, en el marco de la pandemia de Covid-19”.
La situación se generó los últimos días de la semana pasada a partir de la confirmación del caso positivo para Covid-19 de un profesional de la salud que prestaba servicio en dicha institución, mientras el equipo de epidemiología de la provincia realiza la investigación para identificar contactos estrechos de esta persona y articular acciones para la toma de muestras.
En el marco de esa investigación, la Provincia informó que se constataron irregularidades entre las cuales se destaca: la falta de equipos de protección apropiados para el personal que allí se desempeñaba; que no se realizó en tiempo y forma el traslado y la separación de pacientes sanos y pacientes enfermos; y que tampoco la institución geriátrica realizó la comunicación de los resultados a los familiares de los adultos mayores de la residencia.
El Ministerio indicó que radicó la denuncia en la Fiscalía General del Poder Judicial.
Foco
- El pasado viernes un médico, quien desempeña tareas en el complejo geriátrico Santa Lucía, había dado positivo de Covid-19 y de manera inmediata se activó el protocolo, lo que luego permitió detectar los 32 casos similares en el establecimiento geriátrico.
- Los 24 residentes del geriátrico, mayores de 75 años, fueron internados en distintos establecimientos de salud del valle de Punilla y de la capital de Córdoba, en tanto los empleados fueron derivados a sus domicilios para cumplir con el aislamiento obligatorio.