Cristina Reinaudo, doctora en Ciencias de la Educación y autora de “Para aprender en la universidad”, da algunas claves para emprender un posgrado con motivación y placer, en medio de la rutina laboral y familiar.
¿Cómo organizarse para emprender un posgrado en medio del trajín del trabajo, el cuidado de los hijos y las actividades familiares? Cristina Reinaudo, doctora en Ciencias de la Educación, docente e investigadora de la Universidad Nacional de Río Cuarto, desentraña los dilemas y retos que implica ingresar y permanecer en los estudios superiores. Autora de “Para aprender en la universidad”, la especialista da algunos consejos para transitar por las aulas con placer y motivación. Hoy será la presentación de su libro en la Universidad Blas Pascal. Antes, brindó un anticipo a Comercio y Justicia.
-¿Cómo despertar el placer de aprender para que no sea pesado emprender un posgrado en medio de la vorágine laboral y familiar, con los esfuerzos que esto implica?
-Hay dos perspectivas que se pueden considerar para responder la pregunta. Si atendemos a ella desde el punto de vista de quienes son los responsables de la implementación del posgrado -coordinadores de carrera, docentes-, la respuesta puede orientarse hacia las recomendaciones que provienen de los estudios sobre los contextos de aprendizaje.
Actualmente hay mucho interés, en el campo de la investigación educativa, por establecer las características que llevan a la construcción de ambientes poderosos para aprender. A partir de esos estudios se considera que los contextos de aprendizaje tendrían que brindar oportunidades para que los alumnos encuentren modos de vincular los requerimientos de la carrera con su desempeño profesional, trabajen cooperativamente en propósitos y proyectos comunes de sus respectivos ámbitos profesionales; usen intensamente sus conocimientos previos y reflexionen sobre las experiencias nuevas, desarrollen su identidad (especialmente en su dimensión académica o profesional). En fin, que en las instituciones mismas se puede apoyar al graduado en estas nuevas instancias de formación.
Por otra parte, si atendemos a la pregunta desde el punto de vista de la persona que ha decidido iniciar estudios de posgrado, tal vez lo más importante sea ayudarla en el manejo de sus recursos personales, entendidos éstos en un sentido amplio, desde recursos materiales como libros y computadoras, hasta estrategias de lectura, organización del tiempo o las habilidades de comunicación oral y escrita.
Pensamos así porque quienes se inscriben en un posgrado generalmente ya han experimentado el gusto o placer por aprender y se han fijado el propósito de ampliar sus conocimientos sobre áreas o problemas particulares vinculados con su trabajo. El propósito de aprender es un elemento fundamental en la motivación y tiene mucho que ver con la autoestima, la valoración de las tareas que se requieren durante el cursado de la carrera y con la persistencia en los esfuerzos.
– Por sus años de experiencia en el tema, ¿cuál es el impulso motivacional para luchar por metas profesionales?
– Hablando en términos muy generales diría que lo que impulsa a los alumnos a fijarse y obtener metas profesionales es la representación de futuro que tienen para sí mismos. Estas ideas acerca de cómo se ven a sí mismos en un futuro, como ingenieros, arquitectos, atletas, escritores, etcétera se ligan, naturalmente, a sus intereses vocacionales y a las representaciones que tienen acerca del trabajo profesional. Un propósito del libro fue precisamente ayudar a los estudiantes a ver que los títulos universitarios habilitan para diferentes clases de ocupaciones dentro de una misma profesión.
– Tres consejos para facilitar un tramo de estudio superior sin morir en el intento.
-Voy a referir aquí algunas impresiones de una discípula, Paola Paoloni, quien, entre mamaderas y pañales completó felizmente su doctorado. Ella sugiere: “No dejar para mañana lo que puedas hacer hoy”; regular consciente y eficientemente el tiempo de estudios, no dejar que se acumulen las lecturas, seleccionar los momentos y lugares más apropiados para hacerlo, es un requisito crucial.
Otra de sus sugerencias: “Si no puedes contra él, únete a él”. Si bien los cursos plantean muchos requerimientos sobre los que el alumno no tiene mayor control, siempre quedan márgenes para las opciones personales: solicitar aclaraciones sobre las tareas que se deben completar, proponer líneas o modos especiales de respuesta, identificar los recursos y oportunidades que se ofrecen, son buenas estrategias para avanzar hacia las metas propuestas.
La última: “Si otras veces has podido, esta vez también”. Persistencia, no perder de vista los objetivos, confiar en las propias capacidades y cultivar la voluntad para avanzar en la dirección trazada.
Hoy
– Presentación del libro “Para aprender en la universidad”, de Cristina Reinaudo.
– Ejes: Herramientas concretas para orientar los aprendizajes y planificar propuestas de enseñanzas.
– Hora y lugar: a las 17 en la Universidad Blas Pascal.