ESCUCHARPor Marcela Beverstein*
Teniendo en cuenta que el currículum vitae (CV) es generalmente el primer contacto de los candidatos con las empresas, es importante considerar ciertos aspectos que pueden optimizar la presentación del postulante. Desde el contenido hasta el formato en que presenta su perfil profesional pueden lograr captar la atención del reclutador.
Un CV atractivo suele destacarse y generar interés acerca de las aptitudes y motivaciones de un candidato. Para que ello suceda, es recomendable que el CV sea sintético y completo, que cuente preferentemente con una foto -de buena calidad-, junto a sus datos personales y de contacto completos.
Con relación al perfil profesional, es valioso contar con una breve descripción acerca de sí mismo, su talento distintivo y sus expectativas laborales relativas al tipo de empresa, industria, sectores y actividades que le gustaría desempeñar. Es aquí principalmente donde el reclutador podrá rápidamente reconocer si sus expectativas y objetivos son compatibles con el perfil y requisitos que la empresa y la vacante ofrecen.
En cuanto a la experiencia laboral, se aconseja detallar cronológicamente desde la posición actual o más reciente hasta las más antigua, mencionando mínimamente el nombre de la empresa, nombre del puesto, período trabajado, descripción de las actividades principales realizadas, a qué posición ha reportado en la organización y, sobre todo, los logros profesionales en ese período. Esto último es un detalle que suma para visualizar el perfil.
La formación académica también ocupa un aspecto importante dentro del CV. El candidato deberá incluir la información inherente a sus últimos estudios cursados, mencionando la institución académica y el año de graduación para nivel de estudios completos.
Es valioso adicionar información referente a cursos, especializaciones, conocimientos de programas o herramientas tecnológicas, idiomas, así como habilidades o competencias que identifiquen su perfil profesional.
Candidatos
El CV es la carta de presentación que realiza un postulante en una empresa. Adicionalmente al nivel de conocimientos y experiencia que presenta cada persona, es igualmente importante para RRHH reconocer las motivaciones y habilidades blandas, en el momento de elegir a los miembros de la organización, ya que, al margen del perfil técnico requerido para la posición -que puede no ser suficiente y puede adquirirse mediante formación o experiencia-, las competencias o habilidades blandas son esenciales para seleccionar a aquellos talentos que se identifiquen con los valores y la cultura de la organización.
Las habilidades blandas corresponden a la modalidad de trabajo y relación de las personas, «cómo» desempeñan sus responsabilidades, incluyendo interacción, colaboración, comunicación, integración, liderazgo, autogestión, manejo de conflictos, creatividad, adaptación, etcétera, que son puestas en juego en la ejecución de las funciones de cada rol.
Es posible conocer cómo un candidato gestionaría ciertas situaciones mediante evaluaciones por competencias, simulaciones y si su accionar corresponde con las expectativas del puesto y de la organización. A la vez, en el día a día laboral se vivencian mediante diversas evaluaciones, encuestas de clima y otras herramientas de gestión de RRHH.
Contar con personas cuyas habilidades blandas coincidan con la cultura de la organización contribuirá al logro de los objetivos personales y organizacionales.
