Por Mariano Mosquera y Gonzalo Fiore Viani
Estudiar la Iniciativa La Franja y la Ruta es interpretar el futuro de las relaciones económicas globales y anticipar oportunidades para los negocios de América Latina. El Centro de Estudios del mismo nombre pretende contribuir a forjar vínculos entre Córdoba, Argentina y China, necesarios como nunca en tiempos de fronteras cerradas y necesidad de reactivación económica
Como potencia económica mundial, China proyecta su influencia global cada vez más determinante en el mundo de los negocios. En ese contexto, la Iniciativa la Franja y la Ruta (lanzada en el año 2013) es el proyecto oficial de integración económica mundial del gobierno de la República Popular China.
Sin embargo, la influencia de este proyecto en los procesos de globalización excede el significado económico, ya que también se incorporan nuevos sentidos políticos y culturales que requieren de una adecuada interpretación.
De esta forma, la construcción de infraestructura, el apoyo financiero y el desarrollo industrial que China promueve en diversos territorios del mundo se combina con nuevas formas de cooperación política y cultural. Por lo tanto, La Franja y la Ruta contempla múltiples dimensiones de nuevas formas de globalización que incorporan la visión china del mundo.
Los avances en las relaciones con China ganan nuevos impulsos en nuestro país. En particular, en la provincia de Córdoba se constituyó el Centro de Estudios La Franja y la Ruta en la Escuela de Negocios de la Universidad Católica de Córdoba (UCC).
El centro tiene como objetivo principal contribuir a la vinculación cultural, política, social y económica entre Córdoba, Argentina y la República Popular China. Es de destacar que este centro de la UCC posee una particularidad respecto a otras iniciativas de vinculación existentes en nuestro país: retoma la historia de acercamiento de los jesuitas a China, tan importante como poco conocida en Occidente. En particular, el legado de Matteo Ricci, quien en 1582 fue el primer jesuita que obtuvo permiso para entrar a China, inaugurando un significativo período de apertura de este país a Occidente gracias a la mediación de la Compañía de Jesús.
En su momento, Ricci fue el primer occidental en entrar en la Ciudad Prohibida y a quien se le permitió ser enterrado en suelo chino, en 1610. En este sentido, el papa Francisco ha dicho recientemente: “La experiencia de Ricci nos enseña que es necesario entablar un diálogo con China porque es una acumulación de sabiduría y de historia”.
En este mismo sentido, dos importantes convenios de cooperación dan origen al Centro de la UCC. El primero, con la Universidad de Saint Joseph, de la Región Administrativa Especial de Macao (China), única casa de altos estudios católica de toda China y sede del Instituto Matteo Ricci. Macao es una región particularmente abierta a los negocios con América Latina y sirve de puente cultural con Mainland China.
El segundo convenio fundador se realiza con The Beijing Center (TBC), un reconocido espacio internacional para vincular a investigadores y estudiantes con la experiencia de los estudios sobre China. TBC retoma la tradición de la educación jesuita y es sede de la Beca docente Matteo Ricci.
De esta forma, el Centro de Estudios construye redes de transferencia con diversas contrapartes de China, como universidades, institutos de investigación, parques científicos y tecnológicos, áreas económicas especiales y empresas chinas. La vinculación permite diseñar y desarrollar acciones específicas de transferencia de conocimiento y tecnológica a actores públicos y privados de América Latina.
En Centro La Franja y la Ruta también cuenta con programas de posgrado destinados a empresarios interesados en iniciar o ampliar una expansión internacional de sus negocios, emprendedores que observan oportunidades de negocios con China, funcionarios gubernamentales orientados a la cooperación internacional y académicos interesados en iniciar o profundizar estudios sobre China.
Estudiar la Iniciativa La Franja y la Ruta es interpretar el futuro de las relaciones económicas globales y permite anticipar oportunidades para los negocios de América Latina. De esta manera, el Centro pretende contribuir a forjar puentes entre Córdoba, Argentina y China. Un camino más necesario que nunca en tiempos de fronteras cerradas y necesidad de reactivación económica.
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