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Las comisiones de Legislación General y de Justicia pueden aprobar mañana un texto consensuado sobre el proyecto de ley de identidad de género, que quedaría así habilitado para su tratamiento en la Cámara Baja.
De ser aprobada, esta ley permitirá que cualquier persona pueda rectificar su nombre, el sexo e imagen registral en todos aquellos registros públicos en los que figuren tales datos y que no coincidan con su género autopercibido, mediante un procedimiento rápido y sencillo sin pasar por una instancia judicial.
Actualmente, las pocas personas trans que consiguieron un DNI con su nombre debieron esperar años la sentencia de un juzgado, que muchas veces era negativa y obligaba a apelaciones costosas y de larga duración.
Lo cierto es que el proyecto cuenta con un amplio consenso legislativo. La Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FLGBT) asegura que la iniciativa que impulsan desde 2007 fue firmada por los jefes de bloques de todos los partidos y, según el relevamieto por ellos realizado, tiene el apoyo de 85 por ciento de los legisladores.
Marcela Romero, secretaria general de la FLGBT, se mostró muy optimista en relación con que antes de que culmine el año legislativo Diputados pueda estar tratando la ley de identidad de género.
Al respecto, dialogó con Comercio y Justicia.
– ¿Cuáles son los aspectos centrales de este proyecto?
– El que nosotros impulsamos tiene dos partes. Por un lado, tiene que ver con el reconocimiento de la identidad de género de las personas trans, que habilita el reclamo de la rectificación registral del sexo y cambio de nombre de pila por vía de un trámite administrativo ante el Registro Nacional de las Personas. Este trámite no presenta requisitos específicos salvo la propia solicitud de la interesada o el interesado o sus representantes legales, siendo innecesaria la presentación de diagnóstico médico o psiquiátrico alguno o la realización de ningún tipo de cirugía de reasignación genital.
Por otro lado, lo que se plantea es la derogación del artículo 9 que prohíbe la readecuación del sexo sin una orden judicial, con todo lo que esto significa. Además, queremos tener un servicio integral de salud que incluya a las personas trans en el presupuesto, para que quienes quieren hacerse, por ejemplo, una readecuación de sexo, puedan hacerlo sin inconveniente.
– ¿Cuál es la situación hoy en este sentido?
– Hoy tenemos 30 compañeras que, pese a tener una orden judicial que las autoriza al cambio de sexo, no pueden operarse porque cuando llegan al Hospital de La Plata les dicen que no hay quirófano. Por eso queremos que se incluya en el presupuesto de Salud esta cuestión.
– En los últimos años ¿han notado que los jueces se han venido pronunciado a favor de estas adecuaciones de sexo o del cambio de nombre de quien así lo desea?
– Sí, absolutamente. Sólo en la ciudad de Buenos Aires suman 50 los amparos a los que los jueces les han hecho lugar, y en todo el país llegan a unos 70.
– De aprobarse esta ley ¿Argentina pasaría a estar a la vanguardia con respecto al resto de los países?
– Sí. Pero si bien Uruguay y México tienen una ley, la de Argentina es superadora. Y en el caso de Europa, podría mencionar a España, que tiene esta legislación desde hace unos tres años pero para autorizar una readecuación sexual la persona trans debe pasar por estudios piscológicos. Se considera que las personas trans padecen una disforia de género. Además, hay un presupuesto acotado y se hacen no más de cien reasignaciones de sexo por año.
– ¿Son optimistas sobre que esta iniciativa contará con el apoyo de los legisladores?
– Sí, y creo que antes de que concluya el año legislativo puede tratarde en Diputados. Ésta es una ley necesaria, que mejorará la calidad de vida de una comunidad, queremos decidir sobre nuestros cuerpos y no ser los olvidados de la democracia.
Cómo es hoy
La ley Nº 18248 establece en su artículo 15 que, una vez asentados en la partida de nacimiento el nombre y apellido de una persona, cambiarlo siempre depende del criterio del juez.
El primer caso
Florencia Trinidad (Flor de la V) es la primera persona trans de América Latina que obtuvo —mediante una acción de amparo de la FALGBT y ATTTA— el reconocimiento de su identidad sin diagnósticos médicos o psiquiátricos ni necesidad de intervenciones quirúrgicas compulsivas.
Amparos
Tras el fallo de Flor de la V, la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FLGBT) estima que suman 70 los amparos en el país que siguen ese mismo sentido. Al mismo tiempo, advierte que 30 personas trans -previa autorización judicial- están en lista de espera para conseguir el cambio de sexo.
