Gustavo Irico, decano de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNC
Los decanos de las facultades nacionales que enseñan medicina avanzan hacia la unificación de criterios para formar los médicos del país. Días atrás, confirmaron en Córdoba que la formación debería estar centrada en las especialidades básicas, con una fuerte orientación hacia la atención primaria de la salud y con incentivos en la carrera sanitaria que promuevan la desconcentración del ejercicio profesional en las grandes urbes para lograr una especie de “efecto derrame” de presencia médica en el interior.
“Debemos incentivar las especialidades básicas para poder resolver los problemas. Hoy, a 50 kilómetros de la ciudad de Córdoba no hay un obstetra para que una mujer pueda tener su parto en su lugar. Hay que subirla a una ambulancia y traerla a Córdoba. Eso es un disparate, algo nos está pasando. Debemos preguntarnos por qué los médicos no quieren irse al interior. No debemos insistir en estrategias que han fracasado, creo que si los médicos no quieren ir al interior es por algo”, advirtió Gustavo Irico, decano de la Facultad de Ciencias Médicas (UNC) y anfitrión de un inédito encuentro de referentes universitarios.
En la cita, desarrollada en la Ciudad Universitaria, se fijó la fecha -21 y 22 de junio próximos- del Primer Congreso de Facultades de Gestión Pública, cuyo lema será “El médico que el país necesita”. “Creemos que se necesita un médico cuya formación esté centrada en las especialidades básicas, con una fuerte orientación hacia la atención primaria de la salud. Ésta es una orientación que permite accesibilidad y equidad, favoreciendo el ingreso al sistema de salud. Para eso tenemos que revisar nuestra currícula”, explicó Irico, en una apretada síntesis de lo acordado con sus pares. “Lo que debemos reformular –agregó a Comercio y Justicia– son las competencias que debe tener un egresado, cuáles son los estándares que deben reunirse para que hagamos cierto lo que definimos como perfil del médico. Cuando lo definimos, lo tenemos claramente orientado en que debe ser un médico de orientación familiar, capaz de resolver la problemática de la comunidad pero, cuando vamos a los hechos, lo que decimos en las definiciones, no pasa”.
– ¿Qué está ocurriendo hoy?
– Seguimos todavía con algunos viejos esquemas del gran cirujano, del gran neurocirujano transplantólogo y nos olvidamos que debe existir una estructura piramidal que asegure que 80% ó 90% de la problemática de salud de la población se resuelve con atención primaria de la salud, con un médico de fuerte orientación comunitaria. Ése es el médico que resuelve, aquí y en todas partes del mundo, 80% de los problemas de la salud. Es cierto que tenemos que tener las especialidades, la alta complejidad, pero lo que hoy necesitamos resolver es que los chicos tengan todas las vacunas puestas, controlada la alimentación, tenemos que hacer prevención y promoción de la salud. Hoy el tema de las adicciones, aquellas que son lícitas y las que son ilícitas, están sin el tratamiento correspondiente y de esto las universidades tenemos que hacernos cargo. La promoción y prevención de la salud es un tema que tiene que volver a instalarse de manera prioritaria.
– También vienen reclamando la rectoría que debe ejercer Salud sobre programación de la cantidad y tipo de especialistas que necesita el país. ¿Qué implicaría este punto?
– Los ministerios de Salud tienen que tener esta rectoría. Esto lo hemos conversado con el doctor Oscar González cuando él era ministro del área: le decíamos que como provincia tenían que decirnos a la facultad la cantidad de médicos que se necesitan para Córdoba y con cuál perfil.
Talón de Aquiles
La Práctica Final Obligatoria sigue siendo un dolor de cabeza para los decanos. “Tenemos un problema para llevar adelante el reconocimiento de cómo se toma la tensión, el pulso, cómo se hace un examen, cómo se palpa un hígado, como se hace un examen genital. Esto hoy ha pasado a ser un problema porque los pacientes tienen sus derechos, que están legislados, entonces no se puede hacer docencia con él si no se tiene su autorización previa. Ahora no se puede llevar a diez alumnos alrededor de la cama de un enfermo. Además, hay una cuestión de ética y de humanidad: ¿Quién podría hacer varios exámenes genitales sobre un paciente, por ejemplo? Tenemos que generar otras estrategias, hay muchos muñecos sobre los que se pueden hacer simulaciones pero la relación médico-paciente es algo que debemos cuidar, algo que es fundamental.
Finalmente, consultado sobre si está de acuerdo con la propuesta que evalúa la Provincia de generar una estructura de médicos full time, señaló: “Estamos trabajando en la misma dirección en el Hospital Nacional de Clínicas para comenzar a implementarla paulatinamente a partir de este año. Hay que generar una estrategia para que no sea compulsivo pero que empiece a abrirse la puerta para, sobre todo, el grupo etario de los jóvenes médicos”.