Por Gabriela Albernaz
Más de 100 países, entre ellos Estados Unidos, el bloque de la Unión Europea (UE) y Argentina, se comprometieron ayer a recortar 30% sus emisiones de metano, uno de los gases que provocan el calentamiento global. El objetivo es lograr la reducción para 2030.
Aunque el presidente estadounidense, Joe Biden, llamó a más países a sumarse, por ahora se destacan las ausencias de China, India y Rusia, tres de los cinco mayores emisores del planeta.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció este acuerdo voluntario y no vinculante en la cumbre de la conferencia de la ONU sobre clima en el Reino Unido, junto al presidente estadounidense, quien recordó que el metano es causante de gran parte del calentamiento global.
“El metano es uno de los gases que podemos reducir más rápidamente”, subrayó Von der Leyen, y recordó que este gas es responsable de cerca de 30% del calentamiento global desde la revolución industrial.
A su turno, Biden afirmó que reducir las emisiones de metano lo más rápido posible es una de las cosas “más importantes” que pueden hacerse en esta década, a la que calificó como “decisiva” para cumplir con la meta de impedir que la temperatura global suba más de 1,5°C este siglo.
El metano tiene un efecto invernadero 80 veces más potente que el dióxido de carbono, y sus fuentes, como las minas de carbón a cielo abierto y el ganado, han recibido relativamente poca atención hasta ahora.
Como dijo Von der Leyen, limitar las emisiones de metano que resultan de la industria del gas y del petróleo está considerada una de las maneras más fáciles de recortar la salida a la atmósfera de gases que explican el calentamiento global.
Reducir las emisiones de metano producto de la explotación agrícola, en particular de las exhalaciones de ganados rumiantes como las vacas, ovejas y cabras, es una cuestión más complicada.
Luego de las intervenciones de Biden y Von der Leyen, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, prometió que su país recortará 75% sus emisiones de metano resultantes de la industria del gas y el petróleo para 2030.
El presidente Alberto Fernández también habló en el evento y aseguró que Argentina “ya se puso en acción” ante el plan internacional para controlar las emisiones de metano y explicó que la “Contribución Determinada Nacional implica la reducción de todos los gases de efecto invernadero, incluyendo el metano”.
En agosto pasado, el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) dijo que el metano era responsable de casi la mitad del grado centígrado de aumento de temperatura que ya ha experimentado la Tierra.
Por eso, apenas semanas después, Estados Unidos y la Unión Europea (UE) anunciaron esta iniciativa en septiembre, que en un primer momento fue apoyada por Argentina y otros seis países. Desde entonces, se trabajó para sumar más voluntades y el respaldo mayoritario de ayer, incluido el de Brasil, otro importante país ganadero.
Pero el largo listado de países dejó fuera a tres de los cinco mayores emisores del planeta -China, India y Rusia-. Los Estados que firmaron la carta de intención son más de un centenar, que suman algo más de 40% de las emisiones mundiales de metano.
Por eso, el compromiso asumido por la mayoría de los países del mundo -representan 70% de la economía global- no convenció a todos.
“El anuncio de hoy (por ayer) no alcanza la reducción de 45% que, según la ONU, es necesaria para mantener el calentamiento global por debajo de +1,5ºC”, lamentó Murray Worthy, responsable de la ONG Global Witness.
No obstante, los beneficios potenciales son enormes: algunos científicos creen que podría ayudar a impedir el aumento de temperatura global para 2040 de hasta 0,3°C, algo que podría ser decisivo para alcanzar la meta de una suba no mayor de 1,5°C de calentamiento global máximo para este siglo.
El gobierno de Estados Unidos recordó los pronósticos del Programa Ambiental de la ONU y el Análisis Global de Metano hecho por la Coalición del Clima y el Aire Limpio y destacó en su comunicado de ayer que si se cumple con este acuerdo se podrán prevenir 200.000 muertes prematuras, cientos de miles de visitas a la guardia por emergencias vinculadas con el asma y más de 20 millones de toneladas de cultivos por año.