ESCUCHARPor Pablo Aleman (*)
Argentina fue -desde siempre- una nación creadora de ideas innovadoras que tuvieron impacto internacional. Desde los dibujos animados, la birome, el ómnibus, la jeringa descartable, la soda o los helicópteros, diversos inventos significativos que cambiaron a la humanidad y el curso de la vida moderna vieron sus orígenes en estas tierras.
Sin duda, el “empuje emprendedor” avanza a pasos agigantados. Sin embargo, en tiempos donde a diario se habla de crisis y de vaivenes económicos, ¿cómo continuar enriqueciendo el ecosistema local con proyectos superadores y de gran potencial de inversión? La respuesta es simple: concebir la innovación en primera persona.
Los emprendedores argentinos son reconocidos en el mundo por su capacidad, tenacidad, visión -y, sobre todo- por su creatividad y posibilidad de adaptación frente a situaciones adversas. Pero el camino no está exento de desafíos. Lo que para la mayoría de los habitantes de otros países es un freno, aquí se traduce como una oportunidad de trascender haciendo las cosas de una forma diferente.
¿Casos de jóvenes emprendedores que desafían el statu quo y, con pasión y trabajo, conciben proyectos innovadores que inciden directamente en la comunidad? Los hay y ¡muchos! Ejemplo de ello son startups como: Arqlite, que genera materiales de construcción de alta eficiencia a partir de residuos plásticos; o Emov Electric, la primera bicicleta eléctrica de América Latina; Klink, que diseña kits y actividades para educación integradora STEAM; entre muchos otros. Sólo basta elegir un rubro en particular, para encontrarse con un universo de ideas superadoras.
Por ellas y para ellas, tenemos un desafío, una oportunidad y un enorme compromiso. Preparar a las nuevas generaciones en el campo de la innovación es necesario para el desarrollo tanto tecnológico como económico y productivo del país. La participación público-privada para crear programas de emprendedurismo cobra vital relevancia a la hora de pensar nuevas soluciones a los problemas de la sociedad. No hay suerte ni azar, sino trabajo, esfuerzo conjunto, planificación y proyección. Si la innovación social hace posible tender puentes entre problemas y soluciones, entonces, es tarea de todos los actores de la sociedad hacer su aporte para construirlos.
Transformar y promover la cultura emprendedora a nivel federal, disponibilizar cursos, talleres, mentorías, crear más y mejores espacios de coworking, son parte de la receta.
Desde nuestro lado del escritorio, trabajamos por fortalecer procesos de incubación y aceleración, tendiendo puentes entre personas e ideas, los proyectos y sus concreciones, los emprendedores y los inversores. Queremos inspirar, conectar e impulsar.
Sin duda, con la innovación como camino, los emprendedores son la base de la construcción de las empresas del futuro, lo que se traduce en crecimiento, desarrollo y generación de empleo.
(*) Organizador de los eventos Argentina Challenge 2019 y La Plata Challenge 2018.
