Retomando el tema de la semana pasada, en cuanto a las formas de los productos, nos encontramos con otros casos que dieron que hablar…
Uno de los más resonantes es el que envolvió a Kit Kat, las afamadas barritas de chocolate producidas por Nestlé.
Todo comenzó en el año 2006 cuando Nestlé solicitó ante la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (Euiupo) el registro de la marca tridimensional Kit Kat, en la que se incluía la forma del producto desnudo, es decir, de las cuatro barras de chocolate sin importar el envase.
El registro de las cuatro barras fue aceptado pero sufrió el primer ataque en el año 2012, cuando Cadbury Schweppes -actualmente Mondelez UK Holdings and Services- solicitó se anulase la aceptación de este registro, frente a lo cual la Euipo sostuvo que la marca de Nestlé había adquirido carácter distintivo, con lo cual rechazó el ataque.
Cuando la causa llegó al Tribunal General de la UE, éste canceló el registro de la marca tridimensional de Kit Kat por entender que se había cometido un error al considerar que ella tuviere carácter distintivo en la UE, ya que sólo se había acreditado con relación a una parte del territorio comunitario, entendiendo por ende que para acceder al registro de una marca de este tipo, que involucra formas, es requisito indispensable que aquélla haya adquirido capacidad distintiva por dicha forma en el mercado, es decir que los consumidores identifiquen la particular forma con el producto y su empresa productora, en el caso, si el carácter distintivo no se demostró con relación a todos los países de la UE, no podrá ser registrada, ya que la forma debe ser percibida de este modo con relación al conjunto de los estados miembros.
Frente a esta decisión, Nestlé presentó recurso de casación ante el Tribunal de Justicia de la UE, ente superior, para que revierta esta decisión.
El chocolate que triunfó con el registro de su forma fue Toblerone, que logró demostrar que su peculiar forma triangular es suficiente para identificarla con la marca, desde la década de los 90, la forma fue utilizada como elemento central para la publicidad del chocolate… “hecho con almendras triangulares, de árboles triangulares, con miel triangular de abejas triangulares”.
Ahora bien, Toblerone tampoco evadió totalmente los conflictos ya que, debido a una decisión empresarial para abaratar costos de producción, la forma se vió ligeramente modificada, manteniendo los triángulos pero dejando un mayor espacio entre ellos, sin querer generaron también un espacio para los competidores.
Poundland lanzó una barra de chocolate llamada Twin Peaks, que al igual que Toblerone tiene picos y valles, con la diferencia de que cada triángulo cuenta con dos picos, en teoría inspirados en dos colinas que se encuentran en el condado inglés de Shropshire, cerca de la frontera con Gales: Ercal y Wrekin. El lanzamiento además vino de la mano de un empaque amarillo con letras rojas, muy similar al característico de Toblerone.
La Compañía Mondelez, productora de éste, no se quedó de brazos cruzados sino que batalló contra Poundland por la creación de esta barra tan similar, frente a lo que Poundland sostenía, en su defensa, que Toblerone había perdido su derecho a la exclusividad ya que había dejado de ser distintivo para reclamar una marca válida.
Luego de tres meses de batalla legal, las partes llegaron a un acuerdo, permitiéndole a Poundland la venta de las 500.000 barras ya producidas, manteniendo la forma, siempre que el empaquetado se modificara, el color de fondo del envoltorio fuera azul y las letras pasarán de color rojo a oro.
Una vez vendidas estas barras iniciales, Poundland revisará la forma de su chocolate, para que pueda representar mejor el contorno de las colinas Wrekin y Ercall, tal y como informó en un comunicado de prensa reciente.
* Agente de la Propiedad industrial. ** Abogada