lunes 25, noviembre 2024
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Comercio y Justicia 85 años

La defensora del malo

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El caso más mediático sobre abuso sexual tiene a la letrada menos pensada

Por Luis R. Carranza Torres

En poquísimo tiempo, el nombre de Harvey Weinstein dejó de ser asociado al éxito en las producciones artísticas para pasar a ser sinónimo de la prepotencia y el abuso contra la mujer. Cuánto de eso merece o no, y si en realidad el reproche resulta aún mayor de lo que ha salido a la luz pública, es aún una cuestión en debate ante los tribunales.
Hasta no hace mucho era el sinónimo del productor cinematográfico y teatral de éxito todo terreno. Fundador -junto a su hermano Bob- de las productoras Miramax y The Weinstein Company, los premios se amontonaban en las repisas de su mansión: múltiples premios Tony como productor de musicales y obras de teatro. Palma de Oro de Cannes y otras distinciones varias por sus películas. Era asimismo, caballero de la Legión de Honor y comendador de la Orden del Imperio británico. En 1999 consiguió el premio Oscar más distinguido de todos: a la mejor película.
Por ese tiempo, los problemas de Harvey con los tribunales nunca eran personales, sólo por negocios. En 2009, Sam Moore demandó a los dos hermanos Weinstein por el presunto uso de la historia de su banda Sam & Dave para el guion de la comedia Soul men. Dos años después, el director Michael Moore emprendió una acción legal contra ambos por una presunta deuda por las ganancias de su documental Fahrenheit 9/11. En febrero de 2012, ambas partes llegaron a un acuerdo confidencial y la demanda fue retirada.
Eso cambió a partir de 2017, en que las denuncias en su contra por acoso sexual fueron sumándose. No pocas de las denunciantes eran actrices de renombre, como Ashley Judd.
Otra de las denunciantes fue la actriz y directora italiana Asia Argento, quien confesó, durante la presentación del premio a mejor interpretación femenina en el festival de Cannes, que había sido violada por Weinstein en el mismo certamen en 1997. “Tenía 21 años entonces y este festival era su terreno de caza”.

Procurando atajar la tormenta con las manos, Weinstein dijo al The New York Times: “Entiendo que la forma en que me he comportado con mis colegas en el pasado ha causado mucho dolor y sinceramente pido disculpas por ello”. En lugar de amainar, las denuncias se incrementaron. Le dio una vuelta de rosca a la estrategia y luego de declararse enfermo anunció que se alejaría de su trabajo para asistir a terapia y “ocuparse del asunto sin rodeos”. Fue expulsado de su propia compañía y de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas.
Con múltiples procesos en su contra, a esas alturas lo que Harvey necesitaba, tanto como la terapia, era una buena abogada. Como pasa con las personas de su tipo, consiguió la mejor que el dinero puede comprar: Lisa Bloom.
Nacida un 20 de setiembre de 1961 en Philadelphia, la infancia de Lisa no fue demasiado halagüeña. El matrimonio de sus padres fue de corta duración y posteriormente su progenitor, que sufría de trastorno bipolar, terminó suicidándose. Bloom tomó el apellido de soltera de su madre, se recibió de licenciada en leyes en la Universidad de California en Los Ángeles, donde perteneció a la comunidad Phi Beta Kappa. Antes, durante sus tiempos de colegio fue Campeona Nacional de Debate. Luego obtuvo un doctorado en Jurisprudencia de la Facultad de Derecho de Yale en 1986.
En sus inicios trabajó en el estudios de abogados de su madre, Allred, Maroko & Goldberg, en Nueva York. Ganó allí notoriedad demandando por discriminación o abuso a entidades tan públicas como la iglesia Católica, el Departamento de Policía de Los Ángeles o los Boy Scouts de Estados Unidos.
En 2001 Bloom dejó el estudio materno por los medios. Trabajó como analista legal para CBS News, CNN y otras, apareciendo habitualmente en un sinnúmero de programas y llegando a tener su propio programa.

Volvió a ejercer la abogacía en 2010, fundando su propia firma legal y ejerciendo alternativamente en Nueva York y California. Varios clientes notables como la modelo y actriz Janice Dickinson en su juicio contra Bill Cosby, o la modelo y actriz Mischa Barton en resguardo de su imagen y buen nombre públicos, le dieron vuelo a su estudio. Vegetariana desde los 16 años, desde 2009 es vegana.
Su aceptación de la defensa de Harvey Weinstein causó bastante revuelo. Se la criticó por “cambiar de bando”, de las víctimas de acoso a los victimarios. Pero la mayor piedra en el camino de Bloom como defensora del más innombrable de los innombrables de Hollywood y aledaños no fue alguna de las numerosas denunciantes sino otra abogada, Gloria Allred, una emblemática luchadora por los derechos civiles de las mujeres en Estados Unidos, y…la propia madre de Bloom, a quien censuró públicamente por haber aceptado ese caso. Fue el inicio de una guerra mediática muy particular entre madre e hija. Pero ésa es ya otra parte de la historia.

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