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José de San Martín y las Islas Malvinas

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Por Florencia G. Rusconi (*)

Agosto es el mes sanmartiniano, uno de los más importantes porque recordamos al Padre de la Patria, José de San Martín, guía y ejemplo para la República Argentina

Nuestro libertador es considerado el principal héroe y prócer nacional. Además, sus expediciones militares fueron fundamentales en las luchas por la emancipación de Chile y de Perú.

El cruce de los Andes en 1817, la segunda cordillera más alta del planeta, es valorada hasta el día de hoy una de las hazañas militares más destacadas del mundo

La Secretaria de Cultura, del Ministerio de Capital Humano de la Nación, nos ilustra acerca de una carta que el Libertador le dirigió en 1816 al coronel Antonio Beruti, por entonces Ministro de Guerra.

¿Qué dijo sobre nuestras islas?

Si hay dos símbolos del sentimiento de Nación que se fueron construyendo a lo largo de la historia y que calan profundo en el corazón de los argentinos y las argentinas, éstos son José de San Martín y las Islas Malvinas; dos “banderas” que -sin ninguna duda- unen a los argentinos.

Sin embargo, a pesar de que los acontecimientos por los que se transformaron en íconos sucedieron en diferentes momentos en la historia nacional, hay un punto de encuentro entre ambos. Es interesante conocer los detalles de esta historia.

Según nos cuenta el investigador Eduardo Barcelona, “a tan sólo 40 días de haberse declarado la Independencia el 9 de Julio de 1816, el general envió una carta, de su puño y letra, al ministro de Guerra del país en la que hace mención a las Islas, dando muestras de conocimiento del territorio que la Nación recibió de lo que había sido el virreinato del Río de la Plata”.

Ese documento se suma a la serie de antecedentes históricos, geográficos y políticos que respaldan el reclamo de soberanía de Argentina sobre el archipiélago.

El Libertador le escribió al ministro de Guerra, coronel Antonio Beruti (1), el 14 de agosto de 1816, desde Mendoza, y le pidió que “disponga que todos los de alta clase que se hallen presos en esa jurisdicción de su mando sentenciados a los presidios de Patagones, Malvinas u otros sean remitidos a esta capital con copias de sus respectivas condenas y a la mayor seguridad posible comprendiendo también en ellos a los desertores contumaces en este delito”.

En 1816 el gobierno de las Provincias Unidas del Río de la Plata estaba en manos del Directorio, cuyo director supremo era Bernardino Rivadavia y su ministro de guerra, el mencionado Beruti.

Dice San Martín en la misiva a Beruti que el interés por los condenados en Malvinas nace “con el objeto de hacer útiles al Estado estos individuos… retrayéndolos de sus pasados extravíos (y) los conduzcan por las sendas de la probidad y honor con provecho de la causa pública”, continúa contando el investigador.

Así las cosas, la relación entre San Martín y Rivadavia no era buena ni cordial. Cuando, en plena campaña libertadora, San Martín pidió fondos y ayuda a Buenos Aires, Rivadavia se los negó. San Martín había hecho oídos sordos a los pedidos del gobierno porteño de involucrarse en la guerra contra los caudillos del interior y, aparte, el Director Supremo lo boicoteó por temor a que San Martín asumiera el poder.

Por su parte, el ministro de guerra Beruti había sido ferviente partidario de Mariano Moreno, quien le encomendó la creación del Regimiento América como Teniente Coronel junto a French. Sufrió el exilio tras la derrota y muerte de Moreno en alta mar. Fue uno de los jefes de la Legión Infernal y secundó a French en la conducción del regimiento América con el grado de teniente coronel. Luego, como aquél, corrió la misma suerte del confinamiento en la Patagonia por su oposición a Saavedra: era uno de los miembros más activos de la Sociedad Patriótica, agrupación de ideas “morenistas”.

Continúa el relato de Barcelona contando que “el propósito de San Martín era reunir a la mayor cantidad posible de soldados para integrar el Ejército de Los Andes, que en cinco meses más comenzaría la epopeya del cruce de la segunda mayor cordillera del planeta, con la misión de liberar a Chile y al Perú del imperio español.

“El Ejército de Los Andes sumó alrededor de 4.500 hombres en el momento del lanzamiento de la campaña militar, el 17 de enero de 1817 y estuvo integrado por chilenos y argentinos, un millar de ellos negros y esclavos que, al integrarse a filas, lograban su plena libertad”.

Posteriormente, en 1817, Beruti viajó a Mendoza para sumarse al Ejército de los Andes, del que llegó a ser Segundo Jefe de Estado Mayor del Ejército de Los Andes y combatió con San Martín en Chacabuco y Maipú (2).

De retorno a la misiva, es interesante reconstruir el periplo que recorrió la epístola de San Martín, ya que fue comprada por el gremio de los diplomáticos argentinos en 1988 en una subasta en Londres, Inglaterra y luego donada a la Cancillería, cuyo original sigue en poder del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto.

El ex titular del Museo Malvinas, Federico Lorenz, destacó “el conocimiento de San Martín sobre el territorio de lo que hoy es la Argentina”, pero aclaró que en las islas nunca hubo un presidio sino “que se enviaba allá a las personas condenadas, que permanecían en condición de reclusos”.

También subrayó el hecho de que el prócer más importante del país se haya referido en una carta manuscrita a las Islas Malvinas, lo cual constituye un antecedente de gran valor a favor del reclamo de soberanía.

¿Qué relación tenían las Provincias Unidas del Río de la Plata con las Islas Malvinas antes de que los ingleses las tomaran por la fuerza?

La historia de la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas comenzó en 1816, con la independencia de nuestro país, parte en ese momento de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Tras firmar el Acta de Independencia y declarar legalmente la ruptura de los vínculos de dependencia con la monarquía española, trabajo que realizó el Congreso de Tucumán, la Nación heredó no sólo la responsabilidad administrativa de la Argentina continental sino también de los territorios aledaños que incluían a Tierra del Fuego, Malvinas, las islas del Atlántico Sur, las Georgias del Sur y las Sandwich del Sur. Cuando nos independizamos como país, como nación, se independiza la totalidad del antiguo Virreynato del Río de la Plata, que pasa a ser un Estado Independiente. Eso incluía lo que es la Argentina continental y la insular, y con esto nos referimos a Tierra del Fuego y Malvinas.

Para que se entienda, a partir de 1820, nuestro país se fragmentó en autonomías provinciales, y le correspondía a la Provincia de Buenos Aires administrar los territorios de la Patagonia continental, así como los territorios insulares que nombramos anteriormente. Es en ese contexto que en Malvinas había una fuerte caza de mamíferos, como lobos y elefantes marinos. Lo que hizo el gobierno de Buenos Aires fue elevarle el rango a Comandancia Política y Militar, nombrando a Luis Vernet como su primer comandante, con el objetivo de preservar los recursos naturales de Malvinas de los buques de otros países que venían a cazar, como los buques loberos de Estados Unidos, Francia o Gran Bretaña.

¿Qué pasó el 3 de enero de 1833? 

Es un poco complejo analizar esto, porque no se puede entender la ocupación británica de Malvinas en 1833 si no se entiende qué pasó dos años antes.

Después de creada la comandancia, en 1829, Luis Vernet -en sus atribuciones como comandante político militar- apresó tres buques estadounidenses que no tenían el permiso de Buenos Aires para cazar lobos y elefantes marinos. Cuando Vernet los llevó a Buenos Aires para juzgarlos, Estados Unidos mandó una corbeta militar, la Lexington, y bombardeó las Islas Malvinas, en diciembre de 1831, en defensa de sus intereses comerciales. Ese bombardeo fue muy duro para la población argentina de las islas, dado que se pasó de un pueblo próspero económicamente, a un pueblo muy vulnerable y frágil. Es en ese contexto de vulnerabilidad que los británicos aprovechan y ocupan las Malvinas, expulsando al resto de pobladores argentinos.

¿Qué sucedió con las autoridades argentinas y la población que vivía en las islas?

Las tropas británicas expulsaron a las autoridades argentinas y a la población. Sin embargo, hubo un pequeño remanente de pobladores que se quedó en las islas. Ese pequeño grupo terminó protagonizando la revuelta del Gaucho Rivero, el 26 de agosto de 1833. Se bajó la bandera británica, se izó la argentina, y por un tiempo breve hubo un intento de recuperar las islas, que se vio trunco con la llegada de refuerzos ingleses, en 1834, que terminaron sofocando la rebelión.

¿Quiénes apoyan nuestra soberanía?

En los últimos diez años, aproximadamente, la Cancillería argentina logró hechos inéditos en la cuestión de la soberanía, porque países que antes pensaban que la discusión de Malvinas era un problema estrictamente bilateral entre Argentina y Reino Unido, pasaron a pensar, por empezar, que se trata de un problema regional de América Latina.

Para el año 2012, toda esta región, por unanimidad, reconoció la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas. A eso hay que sumarle, en 2013, el apoyo de la unión africana; en 2014, el de Rusia, y, en 2015, el de China. Hoy, aproximadamente casi tres cuartas partes del mundo reconocen la soberanía argentina.

Notas

(1)   Participó en la Revolución de Mayo, junto a Domingo French, lideró en Buenos Aires el grupo revolucionario conocido como los “chisperos” -agitadores o fogoneros-, que tuvieron una destacada participación en 1810, en la Semana de Mayo. Durante esas jornadas repartieron las famosas cintillas (de color incierto), para diferenciar a los patriotas de los realistas. En el cabildo abierto del 22 de mayo votó por la destitución del virrey del Río de la Plata, Baltasar Hidalgo de Cisneros. La presión causada por los “chisperos” resultó fundamental en esto. Cuando se formó una junta integrada por algunos criollos, pero presidida por Cisneros, Beruti se opuso terminantemente y, ante el rechazo generalizado, la junta se disolvió.

(2)    El Coronel Antonio Luis Beruti murió en Mendoza el 3 de octubre de 1842,

(*) Abogada. Docente jubilada de Cátedra Derecho Internacional Público. Facultad de Derecho (UNC)

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