ESCUCHAR
Debates en Cochabamba sobre el rol y la sede de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Representantes de 23 países abrieron en Tiquipaya, Cochabamba, Bolivia, la segunda conferencia sobre Derechos Humanos en la que 18 Estados ya presentaron su aval para el traslado de la sede de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de Washington a un país de América Latina, dado que Estados Unidos no es firmante de este tratado.
“La idea es (que) la sede debe estar en un Estado que ha suscripto y ratificado (la Convención Americana de Derechos Humanos -CADH-)”, señaló Eduardo Patiño, canciller ecuatoriano.
Citado por medios de Ecuador, Patiño sostuvo que la primera conferencia, realizada en Guayaquil el 11 de marzo de este año, marcó la pauta para las resoluciones que, días más tarde, adoptó la Asamblea General Extraordinaria de la OEA (Organización de Estados Americanos) reunida en Washington. “Cinco de los puntos resueltos en Guayaquil fueron plasmados casi literalmente en la resolución final emanada en la Asamblea General” de la OEA, afirmó complacido el ministro.
Del mismo modo, las resoluciones de esta segunda conferencia serán discutidas y puestas en práctica en la reunión de cancilleres de la OEA que se desarrollará del 4 al 6 de junio, en Guatemala.
Por su parte, el presidente boliviano Evo Morales, quien abrió la conferencia, afirmó que la CIDH tiene “amnesia” cuando analiza a Estados Unidos porque olvida las innumerables violaciones de los derechos humanos que comete ese país, que ejemplificó con “las torturas y prisiones indebidas” de la cárcel antiterrorista de Guantánamo, Cuba.
“Informes periódicos sobre derechos humanos que emite la CIDH en realidad reafirman su falta de neutralidad; la CIDH quiebra principios de igualdad y de universalidad”, dijo Morales en su discurso de apertura.
Morales recordó que la comisión está en Washington y Estados Unidos no aplica principios universales de protección de los derechos humanos de la OEA, por lo que se evidencia que hay países “de primera (que no acatan la convención americana) y de segunda (sobre los que se aplica)”.
En la primera conferencia de la CADH, realizada en Guayaquil, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, ya había señalado el hecho contradictorio de que Estados Unidos, que no ratificó ningún instrumento de derechos humanos, es la sede de la CIDH y también financia 96,5 por ciento el funcionamiento del sistema. Este tema fue retomado en el encuentro de ayer en Tiquipaya.
Entre los representantes de los 23 países que participan de esta conferencia, hay cinco cancilleres:, los de Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador y Venezuela. El ecuatoriano Patiño propuso que se realice también un debate para rediseñar la estructutura de la CIDH y de sus instancias.
El diario cochabambino La Opinión señaló que San José de Costa Rica y Lima se mencionan como posibilidades para trasladar la sede de la CIDH. Pero el canciller boliviano, David Choquehuanca, adelantó que en esta conferencia se conocerían las diferentes sugerencias y si hubo consenso sobre la sede definitiva, pero recordó que la decisión final se tomará en el encuentro de cancilleres, en Guatemala.
En tanto, el presidente Morales consideró que la CIDH coloca la lupa sobre los gobiernos progresistas para observar su “comportamiento democrático, pero no dice nada de la conducta de los gobiernos conservadores que cada día recortan los derechos sociales”.
El mandatario agregó que si la CIDH defiende los derechos de los ciudadanos, “por qué no cuestiona que los Estados Unidos se hayan convertido en refugio seguro y ‘santuario de libertad’ para separatistas, corruptos, terroristas, genocidas como (el ex presidente) Gonzalo Sánchez de Lozada, en Bolivia, que se escapó” a Miami.
El encuentro en Cochabamba no está exento de conflictos, ya que trabajadores afiliados a la Central Obrera Departamental (COD) de Cochabamba amenazaron con que, en caso de que no prospere el diálogo con el gobierno boliviano sobre aumento de las jubilaciones, bloquearán la ciudad de Tiquipaya para hacer conocer internacionalmente su descontento.
“Nos vamos a trasladar hasta Tiquipaya, donde vamos a instalar bloqueos a lo largo del camino y protestas en las puertas del hotel, porque estamos cansados de la posición de este gobierno: queremos una jubilación justa y es necesario que otras autoridades lo sepan”, dijo el dirigente del magisterio urbano, Miguel Lora.
