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Mario Fera, flamante presidente del Consejo de la Magistratura de la Nación
Un promedio de 400 denuncias sin analizar, 88 concursos sin concluir y un número similar de vacantes que esperan a convocatoria a nuevos concurso es sólo una parte de la realidad que debe afrontar este año el Consejo de la Magistratura de la Nación, que concluyó 2012 en medio de un escándalo y posturas abiertamente encontradas que terminaron fracturándolo.
La tarea de reconstrucción quedó a cargo del camarista laboral Mario Fera, quien fue elegido por segunda vez -con apoyo del kirchnerismo – como presidente del organismo. A pocos días de asumir, habló con la prensa y -entre otras cuestiones- dijo que trabajará para “encaminar el diálogo”.
“Buscamos la apertura del diálogo entre los distintos estamentos, y a su vez entre las distintas posturas entre estos sectores. El diálogo no se rompió sino que se deterioró por lo cual se generó un notable retroceso, pero hoy estamos en condiciones de que pueda volver a regenerarse”, explicó Fera.
Tal como ya lo ha planteado en otras oportunidades, el camarista laboral insistió en la necesidad de resolver el creciente número de denuncias que pesan sobre los jueces. Según dijo, “90% de las presentaciones que recibe el consejo son infundadas”, por lo cual indicó como uno de los principales cambios que impulsará en su nueva gestión el de darle mayor celeridad a la resolución de las denuncias que muchas veces deberían ser desestimadas de inmediato por la falta de fundamentos.
Según informó el magistrado, hay en el consejo unas 400 denuncias contra jueces, muchas de las cuales se refieren al contenido de las sentencias, lo cual no resulta un argumento válido a la hora de someter a un magistrado a un jurado de enjuiciamiento. Así, frente a una cifra estimativa que demuestra que del total de los jueces existentes hay 30% de denuncias, Fera ve como uno de los principales puntos a trabajar el de dar una mayor regularización a esta área.
“El hecho de que existan tantas denuncias de las características que vemos en el consejo nos muestra que objetivamente el mecanismo está siendo usado, en muchos casos, como si fuera un recurso más dentro del proceso judicial”, explicó .
Las vacantes
En lo que respecta al polémico tema de la amplia cantidad de vacantes que existen en el Poder Judicial, el magistrado dijo que pondrá a consideración del resto de los integrantes del consejo un proyecto de su autoría en el que propone anticipar los períodos de examen para elaborar de esta forma una lista de suplentes -similar a lo que ocurre en Córdoba- y de esta manera ya tener un candidato seleccionado al momento en que se produzca una vacante.
“Propuse una modificación básica del sistema de selección de magistrados que consiste en que el consejo pueda actuar antes de que se produzca una vacante. Esto debería ir acompañado de un régimen de subrogancias similar al que rigió en el consejo durante un tiempo y que fue efectivo, lo que sucede es que después del fallo de la Corte que declaró como inconstitucional aquel sistema por no contar con la intervención de todos los poderes del Estado, habría que reformular aquel régimen dando intervención a los poderes para que este régimen pueda pasar por el test de constitucionalidad”, sostuvo el titular del consejo. Asimismo, destacó que “con estas dos cuestiones el régimen de selección podría funcionar de una manera muy eficiente y tener las vacantes cubiertas casi permanentemente ”.
En torno al debatido régimen de subrogancias, Fera fue contundente: “Este sistema tiene que estar previsto para la excepcionalidad, no me parece bueno que existan subrogancias que se prolonguen por mucho tiempo. Cuando este régimen se transforma en una modalidad casi permanente genera problemas propios de los círculos viciosos”.
La política y la justicia
Fera advirtió de la necesidad de avanzar en una mayor profesionalización en la composición del consejo, ante lo cual destacó la necesidad de que “las cuestiones de la política se resuelvan en su ámbito, mientras que los jueces tenemos que tratar de no inmiscuirnos en las cuestiones estrictamente políticas”.
En este plano, el magistrado se refirió a la mencionada “democratización de la Justicia” sobre la cual la Presidenta se encuentra haciendo hincapié. Si bien no se mostró a favor de la elección popular de jueces, aseguró que ve con buenos ojos que se emprendan cambios en la institución judicial. Y advirtió: “El Poder Judicial está inserto dentro de una democracia. Creo que el Poder Judicial comenzó una reforma importante a partir del nuevo liderazgo asumido por la Corte en su actual integración”.
