Por Sergio Castelli* y María Constanza Leiva**
Con el mundial tan cerca, todo nos huele a fútbol, y por ello es que revivimos otra demanda millonaria que tuvo que afrontar la FIFA por plagio de la propiedad intelectual de terceros.
El famoso aerosol evanescente que vemos cotidianamente en los partidos de fútbol es un invento patentado; se trata de un pequeño dispositivo utilizado por los árbitros para demarcar la posición de barrera y balón en los tiros libres. Pero lo más novedoso del aerosol es que a los pocos minutos de accionado el pulverizador, la mancha que quedó sobre el césped se borra por completo, sin dejar rastros.
Este invento es producto de una fusión del brasileño Heine Allemagne y del periodista deportivo argentino Pablo Silva. Sin dudas, la motivación de esta creación vino de los inevitables “adelantamientos” de los jugadores que forman las barreras defensivas como del pateador al momento del tiro libre. Por ello, mediante el uso de este spray, cuyo contenido es un líquido gaseoso de color blanco que no es perjudicial para el césped ni para los jugadores, el árbitro puede demarcar la distancia reglamentaria y comprobar fácilmente la trasgresión de la línea marcada.
La primera entidad que aceptó poner el aerosol a prueba en partidos oficiales fue la Federação Mineira de Futebol do Brasil, en una competición de divisiones inferiores. Años después comenzó a popularizarse: se implementó en el Torneo de Primera División de Argentina, avanzó hacia las copas Sudamericana, Libertadores de América, América y finalmente en la Liga de Campeones de la UEFA. Y en 2014, el Mundial de Brasil fue la primera de su tipo en emplear el aerosol, ya conocido como 9.15 Fair Play Limit. El nombre elegido es consecuencia de la distancia reglamentaria de 9,15 metros que debe existir.
Según publicaciones en diferentes medios, la FIFA intentó comprar la patente a comienzos de 2014, previo al inicio del Mundial, pero la oferta económica que realizó no fue aceptada por Allemagne y Silva quienes, sin embargo, accedieron a ceder 300 aerosoles para el Campeonato Mundial de Brasil. El problema vino cuando luego la FIFA descartó la idea de acuerdo y no envió el pago correspondiente.
Los inventores, a raíz de ello, se vieron obligados a iniciar un litigio legal para obtener el reconocimiento y la compensación económica debida. La FIFA niega la existencia de la patente y se niega a pagar.
Ahora, la FIFA recibió un duro revés cuando la Cámara Civil del Poder Judicial de Río de Janeiro confirmó la vigencia de las patentes del producto en 44 países, rechazando el planteo de nulidad de la federación del fútbol; además de dictar la prohibición de uso del aerosol en toda competencia emanada de allí, y de imponerle una multa por cada partido en el que se incumpla dicha prohibición.
Allemagne, además, confirmó a los medios que para ellos es un disgusto muy grande que la mayor entidad representativa del fútbol no les reconociera el producto que les llevó 15 años de trabajo y dedicación.
* Agente de la propiedad industrial ** Abogada