La autora de literatura infantil visitó la Feria del Libro y habló sobre la industria editorial y el papel de los tradicionales y también de los nuevos medios de comunicación en la formación de cultura.
El papel de los medios en la formación de la cultura, la “ilusión” de creer que comunicarse es mandar mensajes o ensalzar Facebook, y un vistazo sobre la industria del libro y las ferias, son algunos de los temas que Canela, la escritora y periodista -hoy responsable del programa televisivo Colectivo Imaginario-, abordó con Comercio y Justicia tras la presentación de “La silla de imaginar”, el primer libro de la nueva colección Cola de Ratón de Editorial Comunicarte.
Para la autora de literatura infantil, la Feria de Córdoba tiene una escala “más amable” que la de Buenos Aires, la que consideró “laberíntica”, aunque a diferencia de la de Buenos Aires o las de Europa (visitó la última de Bologna -Italia- y ahora viajará a la de Frankfurt -Alemania-) el esmero de aquellas en cuidar la estética de los stand es “muy grande” mientras que en la feria de esta ciudad todavía no se ha alcanzado ese desarrollo. “Eso tendría un costo que hay que ver si está en condiciones de enfrentar en este momento la industria del libro”, analizó.
– En la industria del libro, uno de los protagonistas son los autores. ¿Considera que hay una camada joven que está alimentando esta industria o estamos atrasando?
– Es muy difícil de decirlo, eso lo dice el tiempo. Córdoba, particularmente, me parece que produce autores interesantes, que tienen sus propias editoriales. Está pisando firme, está creciendo. Los nombres, lo que tendrá éxito, qué libros serán los “sellers” (más vendidos) y por qué, no lo sabemos.
La industria editorial infantil es otra historia, porque son por naturaleza “long sellers” (libros de venta duradera) y ahí la preocupación es otra, es que la gente encuentre que un tema determinado, un formato determinado, es exitoso comercialmente y entonces insista en eso, aunque no haya una verdadera creatividad, ése es el peligro del infantil.
-Desde una mirada crítica ¿qué visión tiene sobre los medios en Argentina como formadores de cultura?
– Con el tema de la ley de medios que se supone va a propiciar un cambio y, al mismo tiempo, está sujeta a enfrentamientos políticos, es un momento delicado para opinar. Puedo decir idealmente lo que creo, que los medios deberían ser y a lo que deberían llegar, aclarando que no es una invención sino lo que otros países avanzados hacen ya.
La fuerza, el poder de la televisión es indiscutible, y de la radio también, pero la televisión básicamente y en relación con los jóvenes y con los chicos que son los que están abriendo sus ojos al mundo y tomando sus opciones, me parece que no está quedando claro la cuota cotidiana de mensajes que la gente está recibiendo.Más bajo el umbral de cultura, de opinión propia, de alfabetización, más alto el nivel de influencia de los medios y entonces, se apunta para abajo. Es una pena.
– La tendencia al crecimiento del uso de Internet, con escritores que escriben en blogs ¿contribuye a la formación de cultura o es algo incipiente que no tiene incidencia?
– Soy una perezosa digital, me sirvo de la computadora, de Internet, del mail, en la medida que me hace falta y no voy más allá. No podría opinar, pero el otro día buscaba una palabra, abrí el diccionario, y me encontré con un mensaje claramente pornográfico. Como era la primera vez que me pasaba, me quedé pensando y creo que estamos jugando con fuego a todo nivel. Creemos que comunicarnos es mandarnos mensajes y yo creo que la comunicación implica un compromiso físico y mental mucho más profundo que el que nos permiten los medios. Esta ilusión de que si estamos en Facebook somos más de lo que somos es pura ilusión y profundiza un malentendido que hay acerca de la exposición y del éxito.