El nivel salarial puede no ser causante de falta de competitividad del sector manufacturero en el país.
Durante los últimos años no han sido pocos los dirigentes empresariales y consultores que responsabilizan por la pérdida de competitividad de la economía argentina a un supuesto atraso cambiario generado por el incremento de los costos internos y particularmente de los costos salariales. Frente a ello, la salida que proponen para esa situación es incrementar el ritmo de devaluación que viene implementando el Gobierno, ya sea de una manera brusca -que tendría un fuerte impacto sobre los sectores de ingresos fijos y algunos precios internos- o por medio de un ritmo devaluatorio mayor al oficial.
Pero esta semana analistas privados difundieron algunos análisis que permiten contextualizar la suba de los costos laborales comparándolos con los de Brasil. Este país es clave para buena parte del sector industrial nacional pues absorbe buena parte de las ventas nacionales, pero también compite directamente con las manufacturas locales, por lo cual cualquier variación en uno u otro país impacta rápidamente.
Según destacó la consultora Economía & Regiones, el costo salarial que tienen los empresarios argentinos es menor que el de Brasil, lo que redundaría en una mayor competitividad para la economía nacional frente a la del principal socio del Mercosur. Naturalmente que la competitividad de una economía no puede reducirse a ello, pero resulta importante subrayar este dato cuando muchos analistas la circunscriben únicamente al tipo de cambio.
En su último informe, la consultora precisamente destacó que uno de los argumentos que utilizan los defensores de la devaluación como mecanismo “solucionador” de los problemas de nivel de actividad es el alto costo laboral. De acuerdo con esta visión, el atraso cambiario genera un salario en dólares muy caro, que atenta contra la competitividad, la producción y el nivel de actividad.
Sin embargo, para Economía & Regiones -consultora conducida por el diputado del PRO Rogelio Frigerio- “la apreciación del tipo de cambio nominal en Brasil impactó más sobre los salarios en dólares que lo que la política de ingresos lo hizo en Argentina, donde la depreciación nominal afectó negativamente el sueldo medido en la moneda norteamericana”.
Según el análisis privado, “Brasil contuvo la inflación y dejó apreciar su moneda, provocando un significativo avance del salario en dólares, lo que fue erosionando la competitividad de los sectores transables”.
Por ello, la consultora concluye que el salario en dólares es más alto en Brasil que en Argentina, “por lo que el nivel salarial no sería causante de falta de competitividad del sector productor de bienes transables” de nuestro país. “Las políticas cambiarias opuestas generaron una marcada diferencia en lo que respecta al salario medido en moneda extranjera”, concluyó el trabajo.
el problema que tienen los empresarios argentinos es querer la maxima rentabilidad posible,en el menor tiempo y porsupuesto invirtiendo lo menos posible en todos los item de produccion.