El Ferrocarril del Oeste (FCO) de Buenos Aires fue el primero construido en territorio argentino. Si bien en la mayoría de los textos de historia y en la tradición popular se habla de este ferrocarril como uno solo, a lo largo del tiempo, de hecho, hubo cuatro empresas que tuvieron este nombre. Si bien siempre se referían a los mismos ramales, porque unas fueron comprando las anteriores y cambiando el nombre de la compañía, la costumbre popular llamó siempre a estas vías como Ferrocarril Oeste.
Estas empresas fueron: primero una sociedad anónima (la primera SA que hubo en Argentina) formada por capitales 100% nacionales, de hacendados porteños que deseaban que un ferrocarril llegase a sus tierras en los lindes del “desierto”, denominada Sociedad Camino de Hierro de Buenos Aires al Oeste, que tuvo existencia legal desde el 25 de febrero de 1854 hasta el 26 de diciembre de 1862. Esta empresa construyó los primeros tramos inaugurando las vías el 29 de agosto de 1857 y oficialmente con toda pompa al día siguiente, con la presencia de las autoridades del entonces Estado de la provincia de Buenos Aires.
La segunda fue una sociedad estatal denominada Ferrocarril al Oeste de Buenos Aires, que existió desde el 26 de diciembre de 1862, cuando la Provincia de Buenos Aires compró la totalidad de las acciones de la anterior empresa y la constituyó en sociedad del Estado.
El 4 de julio de 1882, con la nacionalización de la ciudad de Buenos Aires y la consiguiente separación de la provincia, se crearon los ferrocarriles de la Provincia de Buenos Aires y las líneas del ferrocarril pasaron a formar parte de éstos, manteniendo los ramales del originario FCO y la denominación antigua, pero no como empresa independiente de éstos.
Durante la presidencia de Avellaneda, bajo la premisa de que todo lo que no debía ser forzosamente estatal debía venderse a capitales privados, idea que encontró apoyo en la provincia (de hecho esta frase parte de la provincia y la adopta el Gobierno nacional), los ferrocarriles fueron vendidos a capitales privados extranjeros.
El Ferrocarril de la provincia de Buenos Aires existió como tal hasta el 19 de mayo de 1890, fecha cuando una nueva empresa de capitales ingleses compró, en una dudosa operación -que no implicó para éstos ninguna inversión-, los ramales del Ferrocarril del Oeste. Es la compañía “The Buenos Aires Western Railway Limited”, que se hizo cargo de los ramales por más de 50 años.
Vendió al Ferrocarril del Sud los ramales que implicaban un conflicto par sus intereses y construyó, a partir de los poco más de 500 kilómetros que adquirió, una extensa red que llegaría a tener cerca de 3.000 kilómetros, logrando llegar en 1908 al límite de la cordillera, donde estableció la estación más lejana que llegó a tener la ferrovía, en la ciudad de Alvear, provincia de Mendoza.
Había un viejo proyecto de continuar hasta Chile, cruzando la cordillera de los Andes por el paso de El Planchón. Pero al inaugurarse el 5 de abril de 1910 el Ferrocarril Trasandino, que partía de la ciudad de Mendoza y vinculaba con el Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico, el FCO jamás llegó a ver realizado el sueño de llegar al Pacífico, ya que la empresa del Trasandino también era inglesa y los dueños eran los mismos del FCO.
Esta empresa inglesa fue comprada, junto con los demás ferrocarriles ingleses y franceses, por el Estado argentino en la gran nacionalización que realizó el gobierno de Juan Domingo Perón el 13 de febrero de 1947. La operación se hizo efectiva en la toma de posesión de los ferrocarriles ingleses por el Gobierno nacional el 1 de marzo de 1948, creándose para administrar los ramales del FCO una empresa estatal bajo la órbita de los nuevos Ferrocarriles Argentinos: el Ferrocarril Domingo Faustino Sarmiento.
Esta empresa existió hasta el desmantelamiento de la red ferroviaria argentina por el decreto del 4 de enero de 1990 (decreto de Racionalización de Ferrocarriles Argentinos) que se hizo efectivo el 27 de marzo de 1991, durante el gobierno de Carlos Saúl Menem.
A esta fecha la considero fatídica para la República Argentina, ya que el país, con casi 3.000.000 km2, se quedó sin red ferroviaria; se mantuvieron solamente los servicios en la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores, que concentraron 98% de la infraestructura y material ferroviario en menos de 0,3% del territorio, dejando a 70% de la población sin un servicio alternativo que significara una opción económicamente rentable a las provincias, sobre todo a las más alejadas del puerto y de los puntos de exportación.
A esta quinta empresa no la considero ya FCO porque ya no conservó ningún vestigio del nombre, ni en papeles ni en costumbre popular, por lo que se podría considerar que aquél desapareció el 1 de marzo de 1948.
En resumen, el FCO pasó por cinco empresas, cuatro que se denominaron como tal y la quinta ya nacionalizada no conservó el nombre:
1) Sociedad Camino de Hierro de Buenos Aires al Oeste (25/2/1854 – 26/12/1862).
2) Ferrocarril al Oeste de Buenos Aires (26/12/1862 – 4/7/1882).
3) Ferrocarril de la Provincia de Buenos Aires (4/7/1882–19/5/1890).
4) The Buenos Aires Western Railway Limited (19/5/1890–1/3/1948).
5) Ferrocarril Domingo Faustino Sarmiento (1/3/1948–27/3/1991).