Disney está a punto de desembarcar en América Latina con su plataforma Disney+, lo que ha revolucionado a los fanáticos, ya que promete un abultado contenido con 25 series originales, 400 películas de su catálogo y 100 largometrajes de reciente estreno en salas además de 7.500 episodios de diferentes series propiedad de la compañía. Además, Disney+ pasará a ser el hogar en exclusiva en un servicio de streaming para las primeras 30 temporadas de Los Simpson.
En este contexto, es curioso señalar que Disney, pese a ser una de las compañías más grandes en el sector cinematográfico, ha tenido que lidiar con acusaciones de plagio, algunas de ellas dirigidas a sus más exitosas producciones, lo que resulta más que llamativo, siendo que cuando se trata de cuestiones propias, son más que cuidadosos con la normativa. No olvidemos que en alguna ocasión analizamos la ley estadounidense Copyright Term Extensión Act del año 1998, más conocida como la “ley Mickey Mouse”, ya que extendió los plazos de los derechos de propiedad intelectual, pasando de un lapso de 50 años desde la muerte del autor a 60 y 120 para una obra de autoría corporativa tras la creación y noventa y cinco tras la publicación –ley que llamativamente surgió cuando el plazo de extinción de los derechos de autor sobre el personaje Mickey Mouse estaba alcanzando su fin–.
Mientras tanto, algunas de las acusaciones de plagio más mediáticas que ha recibido Disney son Coco; si bien no ha existido una acusación formal de plagio, lo cierto es que el parecido que guarda “Coco” con la película “El libro de la vida” distribuida por Fox en 2014, es considerable. En ambos casos, el personaje principal debe elegir entre la profesión u oficio heredados de la familia o su verdadera pasión.
Intensamente: esta producción del año 2015, que trata sobre las emociones que conviven en el interior de una niña, fue acusada de plagio por la psicóloga infantil Denise Daniels, acusando a la compañía de haber copiado su idea de “The Moodsters”. La psicóloga desarrolló una técnica de consulta para niños en la que se identificaban cinco emociones mediante colores, para ayudarles a expresar sus sentimientos; también aseguraba haber presentado la idea a Disney entre los años 2006 y 2009. Pero en la justicia, Disney salió victoriosa, en el año 2018.
Zootopia, la película la ciudad de los animales, fue denunciada por plagio por Gary Goldman, quien asegura que la idea fue suya quien se la ofreció a Disney, habiendo creado los personajes, numerosos diálogos e incluso el nombre del film.
Frozen tampoco escapó del escándalo, ya que las titulares y directora del corto “The Snowman” demandaron judicialmente a Disney por el enorme parecido que existe en una escena entre el muñeco de nieve Olaf y el reno Sven.
Buscando a Nemo: el autor francés Fanck Le Calvez demandó a Disney por plagiar los personajes de la película de su libro “Pierrot el pez payaso”.
Si bien Disney ha sabido sortear las acusaciones, es cierto que en la mayoría existen parecidos llamativos.
* Agente de la propiedad industrial ** Abogada