¿Un nombre famoso? De verdad Ud. sólo ve un nombre famoso en el título de la presente, acaso la mística del botín más mágico y trascendente de la historia del deporte nubla su discernimiento a punto tal de percibir solamente letras que desencadenan un sentimiento tan grande y caro al futbolero como a la abuela que aquel junio de 1986 lloró hasta agotar sus lagrimales.
Acaso todas sus hazañas y su vertiginosa vida de tobogán enjabonado por los excesos que entronaron a nuestro héroe y antihéroe en un laberinto de opiniones encontradas, no nos permiten ver el bosque de oportunidades económicas que generó, genera y generará a su Imagen, ergo su marca.
Pues parece que alguien sí se percató del enorme valor de lo intangible y puso a resguardo las marcas que convocan, como si se frotara una lámpara imaginaria, al gigantesco genio. El mismo que ahora triste y físicamente ausente pero más presente que nunca en el imaginario popular, en los medios y en cuanta memoria virtual o humana precie al deporte y al show que provocó, nos invade cotidianamente.
Así fue que Matías Edgardo Morla, el último abogado de la difunta estrella, sin más dilación procedió, conforme la normativa de la ley 22362, a registrar a favor de Sattvica SA, sociedad de la cual es accionista, las siguientes marcas ante el organismo pertinente, el Instituto Nacional de la propiedad Industrial: El Diego, Maradona, El Diez, La Mano de Dios, Diego Maradona, Diegol y Diego Armando Maradona.
¿Acaso es la persona jurídica que ostenta ante el INPI la titularidad de estas marcas su legítima titular? y ¿los frutos que las marcas engendradas en esta antología de éxitos y escándalos que exaltaron esta suerte de Truman Show real que ni el mismísimo protagonista ponderaba económicamente, deberían ser aprovechados por la misma?
Lo cierto es que oportunista o no Sattvica SA es el titular registral de la mayoría marcas más codiciadas del mundo deportivo y otros tantos nichos del show business, es así que el nombre del pibe de Villa Fiorito, se ostenta y posiciona como pocos en la historia de la humanidad.
Queda mucho por dilucidar y resolver en sede judicial, pero parece a simple vista que algunos durmieron una siesta muy cara de la que puede sea muy difícil despertar (continuará)
* Agente de la propiedad industrial ** Abogada