Agustín Pagnoni
Hay toneladas de bytes y libros escritos sobre cómo formar un equipo ideal para que una start-up llegue al éxito. Lejos de esbozar un artículo más que aluda tener la fórmula mágica, voy a compartirles por un momento los anteojos de la experiencia que me dejó hasta hoy el camino andado en Increase en estos cuatro años.
Algunas cosas que vemos que ayudan para atraer y retener talento en el equipo de software son proyectos desafiantes a nivel técnico con impacto sobre la visión; proyección de crecimiento; flexibilidad; beneficios y sueldo basado en el mercado o en el valor retribuido.
Para que el equipo se pueda consolidar es clave que haya:
Valores en común: funcionan como pilares, especialmente para momentos en que hay que traer a alguien nuevo, y cuando las cosas no salen como se planeaba.
Misión y Visión: tener en claro y explícito el propósito del emprendimiento para saber qué priorizar y no generar falsas expectativas.
Disciplina: algo que la cultura japonesa entendió muy bien y es transversal a todos y en toda situación.
Excelente comunicación: todo se debería poder decir, lo bueno y lo que se puede mejorar. Ideal que en cada conversación que involucra algo a hacer se defina quién – hace qué – para cuándo.
Foco: es el arma secreta de los emprendimientos con éxito exponencial; es útil apoyarse en metodologías que ayuden al foco y luego ser disciplinados en su aplicación.
Aprendizaje constante: todos los errores dejan una pista hacia un aprendizaje; si se tapan, esa pista se pierde como una huella en la lluvia.
En cuanto a las herramientas de trabajo, sirven siempre y cuando ayuden a focalizarse en hacer de la mejor manera y en el menor tiempo un producto para que genere un valor agregado. Mi recomendación es desarrollar sólo lo que lo hace a uno especial. Lo demás, si uno puede utilizar un servicio (a veces pago) va a ayudar y hasta que haya un volumen sustancial, probablemente no sea muy caro. Si no hay presupuesto, buscar alguna alternativa gratis o “open source”, que las hay muchas y muy buenas.
En términos de metodologías, usamos aquellas que, dado el contexto del momento (cantidad de personas, clientes, etapa de producto, etcétera) nos hagan ser mejores como empresa y cada uno sea feliz haciendo lo que hace.
Destaco las características que creemos que hacen buenas a las metodologías:
Reflujo: que la metodología incluya “parar la pelota” y cuestionar los pormenores de la metodología en sí. De otra manera, el equipo termina haciendo cosas “por que funciona así”, se estanca, lo que genera un malestar debido a una forma de ser de la empresa “rígida sin sentido” o lo que muchos llaman “burocracia”.
Lo ideal es que como equipo todos se comprometan por cierto período de tiempo (para evitar el caos) a cumplir con la metodología (hasta que llegue la fecha de reflujo).
Algunas que nos vienen dando resultados:
OKR (objectives and key results): una metodología que impulsó Google y pretende ayudar a maximizar la energía que cada persona libera a lo largo de un trimestre. Ayuda a focalizar si se usa bien. Pro tip: cuesta encontrarle la vuelta.
Design Sprint: inventada por Jake Knapp, ayuda a ser consistente en la forma que se crean productos. Nació con el objetivo de reducir a uno o dos semanas entender si un producto tiene sentido y utilizar recursos de desarrollo, si realmente se necesitan.
Holacracy (modificada): metodología que provee un formato de estructura “horizontal” entre equipos, con claros roles y responsabilidades.
Retro: es una hora al final de la semana, la cual se inicia opcionalmente con un integrante nuevo presentándose para que todos lo conozcan, sigue con los líderes de equipo comunicando avances respecto de los objetivos, y termina con cada integrante comentando sobre su semana, en qué se equivocó y qué pistas sacó de eso para lograr un futuro aprendizaje. Es muy humana y enriquece la sinergia que hay en el equipo.
Uno a uno: metodología centrada en personas, en mantener reuniones frecuentes (se recomienda una por mes) entre una persona que toma el rol de líder y otra que recibe feedback. Nos ayuda a no perder de vista lo importante que es cada persona y que cada uno esté contento con el ritmo de su crecimiento dentro de la empresa; si no lo está, establecer claras acciones para remediarlo con las cartas posibles.
La cultura en Increase nos gusta pensarla como la sumatoria de comportamientos individuales. Entre todos la cuidamos cuando alguien entra y nos aseguramos, mediante metodologías, de que se mantenga sustentablemente en el tiempo.
Ahora sí, me vuelvo a poner los anteojos que les pasé, y espero que les haya servido ver un emprendimiento tecnológico desde otra perspectiva.
CTO de Increase.