(*) Integrantes del Archivo Provincial de la Memoria
Este 25 agosto, la “Megacausa” que investigó el terrorismo de Estado en Córdoba llega a su fin y, con ella, la Justicia dictará sentencia a más de 40 genocidas que durante años caminaron impunes. Más de 700 historias se recuperan y se iluminan. Esta megacausa juzga los delitos de lesa humanidad cometidos contra 716 víctimas secuestradas y torturadas (365 de ellas asesinadas o desaparecidas), ocurridos entre marzo de 1975 y 1979 en los centros clandestinos de detención La Perla, Campo La Ribera y D2 (en sus distintos lugares de funcionamiento); tiene 43 imputados, 581 testigos y 354 audiencias.
Es denominada así no sólo por sus dimensiones sino por su peso simbólico, ya que también por primera vez se juzga en Córdoba la apropiación de bebés, la complicidad empresarial, los delitos sexuales como delitos de lesa humanidad y delitos económicos de genocidas y sus socios. La sociedad cordobesa asistirá hoy a un ejercicio pleno de la democracia, ya que la sentencia y condena traspasa la sala de audiencia y el edificio de tribunales y convoca a una gran multitud personas, organizaciones e instituciones que son parte de la lucha que durante muchos años sostuvieron, en los organismos de derechos humanos, los sobrevivientes del horror.
El derecho a la verdad, a la justicia, a la identidad y a la memoria son derechos del hoy, del presente; conquistados con la lucha de décadas. Lo que ocurrirá hoy es un momento que condensa muchísimo trabajo de años pero también que funciona como inicio para todo lo que falta.
En el Archivo Provincial de la Memoria nuestra tarea cotidiana aborda diversas líneas en coherencia con lo que significa un proceso judicial de estas características para Córdoba luego del intento de arrasarnos como sociedad. Entre otras tareas investigamos, aportamos documentación (a la Justicia, a las víctimas, a sus familiares, etcétera), realizamos homenajes, abrimos el espacio para la reflexión día tras día, producimos contenidos en diversos formatos -accesibles a todos-, trabajamos desde la cultura como lenguaje para hablar de nuestros dolores, tejemos lazos entre las instituciones o las organizaciones; sólo por mencionar algunas actividades.
Después de este largo proceso de lucha y de espera, proponemos un ejercicio de memoria para esta jornada histórica de celebración democrática: si cada una de las 700 víctimas es recordada por sus padres, sus amigos, sus compañeros de militancia, de colegio, del club de barrio, sus vecinos o cualquiera que lo haya conocido, la justicia se multiplicará una y otra vez y convocará de esta manera a todos los cordobeses. Entonces hoy 25 habrá justicia para decenas de miles. El juicio es de todos.