Por Pablo Fazio *
En la última década, en el mundo, el mercado legal pasó de cero a 9.100 millones de dólares. Se proyecta que se multiplique diez veces hasta 2030
El miércoles 3 de junio, el Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación presentó ante el Consejo Económico y Social un proyecto de nuevo marco regulatorio para el desarrollo de la industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial (foto).
Fue una jornada que muchos guardaremos en nuestro recuerdo. Pudimos participar de un hecho histórico, pues no todos los días se anuncia la intención de crear un nuevo sector dentro del entramado productivo nacional.
La iniciativa es la exteriorización de una visión estratégica que interpreta la oportunidad que la economía del cannabis les está planteando al mundo y a nuestro país.
Números
Los números son inapelables. En la última década, el mercado legal del cannabis en el mundo se ha expandido de cero a los 9.100 millones de dólares de la actualidad y se proyecta que se multiplique diez veces hasta 2030.
Así, diversas formas de utilización de los derivados del cannabis formarán parte de las rutinas diarias de los consumidores en infinidad de productos tanto medicinales como de consumo masivo.
Nos enfrentamos a un desafío que supone el desarrollo de una agenda de inversión, producción, innovación, generación de empleo y divisas, de la mano de la dinamización y diversificación de la matriz productiva de nuestras economías regionales.
Estamos en condiciones inmejorables para hacerlo realidad. Argentina ostenta un liderazgo global en producción agropecuaria.
Somos un país agroindustrial, con capacidad instalada, recursos humanos idóneos, una institucionalidad tecnoproductiva muy potente, un ecosistema académico y científico de excelencia, y una de las comunidades emprendedoras más vibrantes de Latinoamérica.
El proyecto de ley propone la creación de la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (Ariccame), que tendrá la función de otorgar autorizaciones para producción (licencias), comercialización interna y exportaciones, así como regular, administrar y fiscalizar toda la cadena productiva de cannabis y cáñamo, coordinando acciones con las distintas instituciones del Estado para fomentar el desarrollo del sector, poniendo a los emprendedores, pequeñas y medianas empresas y cooperativas como protagonistas de ese tiempo.
El proyecto ya comenzó su recorrido en el Congreso de la Nación y está siendo debatido ante el plenario de comisiones de la Cámara de Senadores, donde se recoge la valiosa propuesta de crear de un consejo consultivo de carácter federal con la participación de representantes de las provincias, del sector privado y de las organizaciones de la sociedad civil.
La velocidad que se ha dado al inicio del trámite parlamentario es una muy buena señal y nos permite ilusionarnos con una pronta sanción. Todos tenemos la sensación de que se han construido los consensos necesarios para hacerlo realidad.
Parece haber llegado la hora tan esperada. El sueño de una industria cannábica de base nacional se está poniendo de pie.
* Presidente de la Cámara Argentina de Cannabis (Argencann)
Sistema bancario
- En pleno auge de la industria del cannabis medicinal e industrial en todo el mundo, los empresarios del sector plantean que sus operaciones se dificultan por las trabas que les impone el sistema bancario y piden un marco regulatorio compatible con sus negocios.
- En Estados Unidos, un grupo bipartidista de representantes le dio un nuevo impulso al proyecto de Ley Bancaria de Aplicación Segura y Justa (SAFE), que propicia que las empresas de cannabis accedan a servicios básicos como préstamos y financiamiento.
- A la vez, busca asegurar en el aspecto jurídico a los bancos, que actualmente tienen prohibido trabajar con aquéllas porque son ilegales en el ámbito federal.
- El proyecto fue respaldado por la Cámara de Representantes en noviembre de 2019, con apoyo de demócratas y republicanos, y se analizó dos veces más el año pasado, ya en el marco de la pandemia.
- Los bancos argumentan que no están preparados para tomar como clientes a las firmas cannábicas porque se expondrían a responsabilidad civil y penal y a sanciones regulatorias.
- Los legisladores escucharon los argumentos de los expertos y defensores de la industria, quienes coincidieron al señalar que trabajar en efectivo representa un riesgo considerable para la salud y que la necesidad de activar la economía impone permitir que accedan al sistema bancario, para que puedan desarrollarse productivamente y generar más empleo.
- Aaron Smith, cofundador y CEO de la Asociación Nacional de Cannabis Industrial (NCIA, por sus siglas en inglés), aseguró que, gracias al apoyo de ambos partidos, el articulado tiene “un camino claro” para su aprobación en el Senado.
- En Argentina, el sector ya planteó que el sistema financiero lo tiene arrinconado porque no accede a préstamos, no puede abrir cuentas de depósito, emitir cheques, liquidar las nóminas salariales o pagar impuestos, todo lo cual impone costos adicionales por operar u onerosas cargas administrativas.
- La Cámara Argentina del Cannabis (Argencann) no opera en el sistema financiero. Tiene personería jurídica y está habilitada ante el Fisco, pero los bancos la rechazan.
- Recientemente, Pablo Fazio, su presidente, planteó que el gran error de las entidades es desconocer que si una sociedad comercial o una ONG están habilitadas por el organismo oficial de contralor y se encuentran registradas fiscalmente, lo son con el fin de desarrollar un objeto lícito y amparado por la normativa legal.
- Fazio señaló que la industria lidia con el sinfín de inconvenientes que le causa la reticencia de los bancos, que implica el entorpecimiento de su normal desarrollo operativo y comercial e imposibilita o demora importantes inversiones. -“En algunos países, se ha llegado al extremo de no dejar otra opción a muchos comercios y dispensarios que manejarse únicamente con dinero en efectivo, fomentando el crecimiento de un mercado negro y aumentando los niveles de informalidad”, indicó.
- Asimismo, valoró que “el fenómeno del cannabis llegó para quedarse” y que una adecuada apertura del sistema bancario permitirá que las empresas nacionales se pongan en marcha sin trabas y compitan en un mercado internacional emergente.
- Los bancos argumentan que no están preparados para tomar como clientes a las empresas del sector porque se expondrían a responsabilidad civil y penal y a sanciones regulatorias.
- Para Fazio, hay una evidente colisión entre la evolución del marco legal del cannabis y la estricta regulación financiera internacional, y estima que la situación no se resolverá sin flexibilidad y visión estratégica.
- Cabe destacar que la industria del cannabis siempre enfrentó desafíos y ahora, en pleno auge, el mercado se reconfiguró y abre oportunidades que eran impensadas hasta no hace mucho.
- “No sólo ha habido un boom sin precedentes de su uso medicinal sino que un número creciente de países se está preparando para la regulación legal del uso industrial y recreativo. Sin dudas, durante este 2021 asoma un nuevo tiempo para el sector en el mundo”, indicó el empresario, quien opina que la nueva administración de EEUU preanuncia “importantes cambios”.