Más de la mitad de los encuestados en el país indicó que “minimizar la pérdida de productividad” es el principal beneficio de implementar una política que regule el uso de redes sociales.
Una de cada cinco organizaciones implementó una política formal para el uso de las redes sociales externas. La pérdida de productividad es la principal preocupación. Las anteriores son las principales conclusiones del estudio “¿Las redes sociales vs. el management? Es necesario descubrir el potencial de los medios sociales”, elaborado por la compañía Manpower Argentina.
En el ámbito global, participaron de la encuesta cerca de 34 mil empleadores en 35 países. En América, la empresa encuestó a empleadores de Argentina, Brasil, México, Canadá, Costa Rica, Colombia, Perú, Guatemala y los Estados Unidos, quienes mostraron que la región tiene una mayor inclinación a contar con una política formal establecida con respecto al uso de redes sociales en el lugar de trabajo; en ese aspecto Brasil (55 por ciento) es ampliamente superior al resto y supera en casi 20 por ciento a la Argentina (26 por ciento).
“Hoy, la mayoría de las organizaciones están armadas para que los equipos y los individuos trabajen en silos, y las redes sociales ofrecen la capacidad de ser el vínculo entre estos silos, creando una estructura de trabajo abierta. De esta manera, las compañías crean una cultura en la que se incentiva a los empleados a compartir ideas libre y fácilmente –lo que significa que las buenas ideas y los conocimientos se arraigan en la cultura de la compañía– y es menos probable que el trabajo se duplique”, dijo Alfredo Fagalde, director general de Manpower Argentina.
Datos nacionales
Entre los encuestados en Argentina, 52 por ciento indicó que minimizar la pérdida de productividad fue el principal beneficio de implementar una política que regule el uso de las redes sociales, mientras que 29 por ciento informó que las políticas ayudaron a proteger la propiedad intelectual y la información de la organización.
Asimismo, 28 por ciento dijo que estas medidas contribuyeron a proteger la reputación de la empresa y 19 por ciento afirmó que las políticas que regulan el uso de las redes sociales en el lugar de trabajo contribuyeron con sus esfuerzos de reclutamiento.
Globalmente se da el mismo orden de prioridad, aunque resaltan distintos porcentajes: 63 por ciento de los empleadores informaron que su política era más efectiva en lo que respecta a evitar la pérdida de productividad, 33 por ciento en proteger la propiedad intelectual e información de la empresa y 29 por ciento en proteger la reputación.
De acuerdo con Manpower, el foco de las políticas que regulen el uso de las redes sociales no debe tratar de controlar el comportamiento de los empleados en las redes sociales, sino canalizar su uso en sentidos creativos que beneficien tanto a las organizaciones como a las personas.
Dentro de los beneficios a futuro que las redes sociales pueden aportar a una organización, 17 por ciento de los 800 encuestados en Argentina dijo que éstas fortifican sus esfuerzos para la construcción de la marca, en cuanto 16 por ciento informó que fomentan la colaboración y la comunicación. Globalmente, casi cinco de cada diez empleadores señalaron que las redes sociales pueden aportar algún beneficio, entre los que también se destacan la construcción de la marca (20 por ciento) y el fomento a la colaboración y la comunicación (19 por ciento).
En cuanto a los riesgos del uso de las redes sociales externas, nueve por ciento de los empleadores de la Argentina cree que se puede ver afectada la reputación de la organización; junto a México (10 por ciento) los porcentajes más altos de la región. En el mundo, este porcentaje se reduce a sólo cuatro por ciento, mientras que nueve de cada diez empleadores (89 por ciento) señalaron que las redes sociales no impactan negativamente en la organización.
Para fomentar la productividad
En este marco, la consultora recomienda que las organizaciones aprovechen la capacidad de conectividad que tienen las redes sociales para abordar asuntos tales como la productividad, la colaboración, la gestión del conocimiento, la innovación, la alineación y compromiso del empleado, entre otras. Así, promover el uso de los medios sociales incentivando a los trabajadores para que presenten formas de usar estas herramientas para trabajar mejor es una variante que todo empleador debería considerar.
Además, habría que aprovechar a los expertos internos, apoyando a los dependientes que usan periódicamente las redes sociales en su trabajo a que discutan y muestren cómo se hace. Por último, según la consultora, hay que permitir a los empleados ser “dueños del gobierno”. Que ayuden a desarrollar e implementar las pautas de la compañía atraerá a aquellos colegas que más probablemente usen medios sociales, incentivando la confianza en los objetivos de las pautas que finalmente se establecerán.