En diciembre pasado fue noticia que se había logrado un acuerdo histórico entre la disquera Universal Music y Bob Dylan, y es que aquella había adquirido la colección completa de composiciones del músico, por un precio que no fue revelado pero que podemos imaginar que ha abarcado unos cuantos ceros, ya que abarca unas 600 composiciones realizadas en seis décadas, desde Like a Rolling Stone, de 1965, hasta Murder Most Foul, de estreno reciente.
Bob Dylan, de 79 años, empezó su carrera a principios de los años sesenta con canciones en las que se posicionaba en contra de la guerra de Vietnam. A mediados de la década, pasó a un sonido más rock, componiendo algunos de sus éxitos más conocidos, como Highway 61 Revisited y Blonde on Blonde. Pero su gran éxito trascendió el mundo de la música, cuando en 2016 se convirtió en el primer músico en recibir el premio Nobel de Literatura “por haber creado nuevas expresiones poéticas dentro de la gran tradición de la canción estadounidense”. Desde el sitio web oficial de los premios Nobel se expresó: “Desde sus inicios, sus letras incorporaron las luchas sociales y la protesta política. Otros temas importantes en sus canciones son el amor y la religión. Con frecuencia, su escritura se caracteriza por rimas refinadas y sorprende al pintar a veces una imaginería surrealista. Desde su debut en 1962, él ha reinventado constantemente sus canciones y su música.” Sus canciones han vendido más de 125 millones de discos en todo el mundo.
Este acuerdo incluyó el cien por ciento de sus derechos sobre todas las canciones de su catálogo, incluyendo los ingresos que recibe como compositor y el control de los derechos de autor de cada canción. Y que el acuerdo no incluya las grabaciones no es más que una prueba contundente de que el verdadero negocio musical se centra en los derechos de autor. Más en la actualidad, cuando la venta de los discos ha dejado de ser rentable, lo que generó que el foco se centre en los derechos de autor, edición y publicación, los mayores generadores de regalías, sobre todo en un contexto pandémico, donde la reproducción digital y el streaming han copado totalmente la banca.
Y esto claramente es el inicio de la carrera, ya que los grandes de la industria musical comenzarán a luchar por arrebatarse los catálogos más jugosos.
En este sentido, recientemente Shakira ha decidido sumarse a la iniciativa de Dylan, permitiendo que Hipgnosis Songs Fund Limited adquiera el 100% de los derechos de publicación musical, incluida la participación en los ingresos de la publicación y letras de todo su catálogo, que comprende 145 canciones. Desde que lanzó su primer álbum en 1991, cuando Shakira sólo tenía 13 años de edad, ha vendido más de 80 millones de discos, lo que la convierte en la artista latina con más ventas de todos los tiempos. Además, ha recibido tres premios Grammy y doce Grammy Latinos, siendo una de las tres artistas femeninas que poseen dos vídeos en YouTube que superan 2.000 millones de visitas. Una vez más el monto de la operación no ha trascendido, pero sí se ha confirmado que su música continuará siendo administrada por su discográfica Sony durante siete años más.
Tras firmarse el acuerdo, Shakira declaró en un comunicado: “Ser compositora es un logro que considero igual y tal vez incluso mayor que ser cantante y artista. A los ocho años, mucho antes de cantar, escribí para darle sentido al mundo. Cada canción es un reflejo de la persona que era en el momento en que la escribí, pero una vez que una canción sale al mundo, no solo me pertenece a mí, sino también a quienes la aprecian. Me siento honrada de que escribir canciones me hayan dado el privilegio de comunicarme con los demás, de ser parte de algo más grande que yo. Sé que Hipgnosis será un gran hogar para mi catálogo, y estoy muy feliz de asociarme con esta compañía dirigida por Merck, que realmente valora a los artistas y sus creaciones y es un aliado para los compositores de canciones de todo el mundo que se preocupan profundamente por la vida continua de sus canciones”.
Desde el gran triunfo de Shakira con Pies Descalzos han pasado 25 años y la cantante se mantiene como una de las estrellas latinas más importantes y está claro que su catálogo era otro de los deseados por los gigantes de la industria musical.
(*) Agente de la propiedad industrial (**) Abogada