Cada vez que se ingresa a un sitio web nuevo aparece un mensaje destacado o no tanto que aclara que utiliza cookies por lo que para navegar se tiene que aceptar todas, aceptar algunas o rechazarlas en cuyo caso a buscar otro sitio web, aunque la disyuntiva no variará significativamente, más bien se repetirá. ¿Qué hacer?
La práctica común es aceptar todas y tocar madera que no vaya a pasar algo, o si pasa que no sea mucho, y principalmente que no sea malo o perjudicial, es decir, peor a quedarse sin poder visitar tal o cual sitio para aprovechar de alguna oferta, o conocer alguna información, o acceder a determinada plataforma necesaria para trabajar, sociabilizar o solo dispersarse.
A veces uno prefiere ignorar pero en este caso se analizarán algunos mensajes tomados al azar para que el lector tenga una primera noción de estos mensajes, más allá que siga aceptando todo.
Google explica que siempre usarán cookies y datos para proporcionar y mantener sus servicios; hacer un seguimiento de las interrupciones y prevenir el spam, el fraude y los abusos; medir la interacción de la audiencia y estadísticas de los sitios para entender cómo se utilizan sus servicios y mejorar su calidad. En el caso que aceptes todo, también usarán cookies y datos para desarrollar y mejorar sus servicios; proporcionar anuncios y medir su eficacia; mostrar contenido personalizado en función de tus ajustes; y mostrar anuncios personalizados en función de tus ajustes. Si se elige rechazar todo, explica que no usarán cookies para estos fines adicionales.
Luego explica que el contenido no personalizado está influido por factores como lo que esté viendo en ese momento, la actividad de su sesión de búsqueda activa y la ubicación, y respecto a los anuncios no personalizados expresa que están influidos por lo que esté viendo en ese momento y su ubicación general. En cambio, los contenidos y anuncios personalizados incluyen resultados y recomendaciones más relevantes, basados en la actividad que se haya realizado previamente con este navegador, como búsquedas anteriores, aclarando que también se usan cookies y datos para adaptar la experiencia de modo que sea apropiada para determinada edad.
También se ingresó a una entidad bancaria española, específicamente el Banco Santander, por las exigencias más estrictas que debiera cumplir al tratar datos personales de usuarios financieros, que por estos tiempos son los más vulnerables.
En su mensaje inicial expresa que utilizan cookies propias y de terceros para diferenciar las experiencias de sus usuarios, con fines analíticos y para mostrarte publicidad personalizada en base a un perfil elaborado a partir de los hábitos de navegación, e invita a aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar” o configurarlas o rechazar su uso pulsando el botón “Configurar cookies”.
Seleccionada la última opción, se despliega un menú con las distintas cookies para ser aceptadas o rechazadas, distinguiéndose las técnicas, analíticas, de personalización o de preferencias, y de publicidad comportamental. Las primeras son necesarias para asegurar el funcionamiento básico del Site y no se pueden desactivar. Permiten identificar la sesión, acceder a partes de acceso restringido, utilizar elementos de seguridad durante la navegación, etc. Las segundas son cookies propias o de terceros, recaban información sobre el rendimiento del Site y su utilización por el usuario, cuantificando visitas al sitio, realizando estadísticas de cómo llegan los usuarios al sitio y qué uso hacen del mismo. Las terceras permiten recordar información para que el usuario acceda al servicio con determinadas características o que pueden diferenciar su experiencia de la de otros usuarios sin haberlo solicitado expresamente, como por ejemplo, el idioma, en número de resultados a mostrar cuando el usuario realiza una búsqueda, el aspecto o contenido del servicio en función del tipo de navegador. Y las ultimas cookies almacenan información del comportamiento del usuario obtenida a través de la observación continuada de sus hábitos de navegación (visitas repetidas a un sitio concreto, interacciones, palabras clave, producción de contenidos en línea, etc.), permitiendo desarrollar un perfil específico para mostrarle publicidad en función del mismo.
La parte positiva es que la explicación es clara y simple para un usuario algo instruido en la temática, sin tecnicismos ni conceptos complejos. La parte negativa es que aún así cuántos usuarios asumen este trabajo realizado para esta columna y de hacerlo tienen la capacidad técnica para evaluar cuál opción habilitan y cuál restringen en un primer acceso, destacándose que si se restringe de personalización y comportamiento, deberá gozar de una excelente memoria para ingresar en cada oportunidad la última contraseña que se les solicita cambiar periódicamente.
En conclusión, cada uno de nosotros somos los que mejor estamos posicionados para proteger nuestros datos personales, pero un extremo cuidado va en contramano a la usabilidad y amigabilidad de los sistemas, entonces la disyuntiva es si conviene aceptar todo y tocar madera para que nada pase.
(*) Abogado, especialista en Derecho Informático.