Florencia G. Rusconi (*)
El primer sorprendido de ver a alguien de la expedición de Fernando de Magallanes con vida fue el rey de España Carlos V, que recibió a los supervivientes famélicos en la Corte y otorgó a Sebastián Elcano una renta anual vitalicia y un escudo de armas con un globo terráqueo que tenía grabado al pie: Primus circumdedisti me (“el primero que me circunnavegó”).
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